CAPITULO TRECE *

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"Sin libre albedrío no hay pecado posible"
-Noemi Vidal, Contra mas estrellas

Heridas descubiertas

Un pitido se escuchaba en mis oídos, como si una explosión hubiera impactado en mis tímpanos, no escuchaba nada mas que ese pitido que era similar a cuando en los hospitales alguien muere y una linea recta aparece en los monitores seguidos de un pitido plano.
Aun tenia mis ojos cerrados, me parecía que aunque yo tratase de abrirlos, no lo lograría.

Y nuevamente, todo fue silencio absoluto.

***

Abri mis ojos tan despacio, pues no sentía las fuerzas para ser rápida. ¿Cuanto llevaba así? ¿Que estaba sucediendo? ¿Donde estaba?

Me tome mi tiempo para tomar mas conciencia pues me encontraba muy confundida. Para cuando por fin abrí mis ojos y la visión era clara note que estaba acostada en el piso de lo que parecía un ¿cuarto? Era muy pequeño y estaba demasiado sucio.

Era un cuarto que estaba completamente dañado, sus paredes estaban grafiteadas, olía a orines y la única ventana que tenía estaba tapada con lo que parecía ser aerosol negro, pues las capas de este eran irregulares. El cuartito tenía pedazos rotos de distintos tamaños de madera y costales rotos, sin mencionar la cantidad de trozos de vidrio que estaban esparcidos en lugares aleatorias en todo el pequeño y sucio cuartito.

Sentí un dolor muy fuerte en la parte superior de la cabeza, era como si alguien me hubiera golpeado fuertemente esa zona. Por instinto subi mi mano a aquella zona y senti algo espeso y no tarde en concluir que se trataria de sangre, baje mi mano y efectivamente, era sangre ya casi seca.

Alguien me golpeo. Mi pulso se aumentó abruptamente, pues era ya consciente de que se supone que era lo que estaba haciendo en ese lugar. Fui secuestrada y evidentemente, llevada a aquel lugar. Los recuerdos volvieron a mi mente, eran cortos y muy borrosos, pero ahí estaban.

Sintió tanto miedo en ese momento e intente gritar para pedir ayuda, pero al parecer el golpe fue tan fuerte que no podía hablar y no tenía la fuerza suficiente por lo que no demoró en volver a caer en un sueño profundo y después todo se volvió completamente oscuro nuevamente.

***

-Levántate maldita sea!  -Escuchaba esa voz muy lejos, como si tratara de hablarme mientras estaba sumergida en el agua.

-Avy! Abre los ojos -Ordenó, ahora la voz sanaba mas cerca mío.

Una sacudida me removió inmediatamente y...

No es un sueño...

Que...?

-Avy, abre los malditos ojos ya. Se que estas despierta.

El dolor en todo mi cuerpo era horrible pero era menor a cuando recientemente había despertado.
Estaba luchando por abrir mis ojos y cuando comencé a entre abrirlos pude ver una mancha negra muy borrosa frente a mi.

-Rápido! -Ordenó nuevamente.

Cada palabra que salía de su boca de la manera mas agresiva posible me hacia estremecer por la sensibilidad de mis oídos y el aturdimiento que tenia en el momento. Mis viste fue siendo mas clara en cuestión de segundos y logre ver detalladamente el rostro de la persona que se encontraba frente a mi. No lo podia creer.
Mi pulso se acelero demasiado y comenzó a latirme de una manera asombrosamente rápida.

-Vaya, al fin despiertas. -Me agarro del cabello y lo jalo para que enfrentara su fría mirada.- Pensé que el golpe que te di en la cabeza te había matado, espero no tengas algún tipo de problema en la cabeza ahora, te quiero en tus cinco sentidos. -Se acerco a mi cara, de tal manera que su aliento chocaba con el mío.- Quiero tener consiente y cuerda a la puta asesina de mi padre.

-De que hablas?

No me respondió verbalmente pero si me dio una bofetada que me provocó un dolor inmenso. El simple hecho de que me golpeara me hizo enojar así que explote.

-Suelta maldita escoria -Empuje su cuerpo como pude, yo aun sentada en el suelo y aquella persona en cuclillas frente a mí, el impacto ocasiono que se cayera en si propia espalda. -Yo no asesine a nadie. Y quien mierda es tu papá?

-Sufres demencia? Bien, te devolveré la memoria a base de golpes ¿Te parece? -Se levanto y fue directo a mi para intentar golpearme, pero pude reaccionar rápido y quitarme. Sabia defenderme perfectamente pero estaba demasiado adolorida y aun me sentía confundida, por lo que supe que me costaría mucho defenderme en esa condición, pero no me rendiría fácil.

Al momento en el que pude esquivar volteo como si de un animal rabioso se tratara. Su cara se puso roja seguramente del coraje y la humillación que sintió al no poder golpearme, note que temblaba y su respiración era muy acelerada, de verdad que se veía que le hervía la sangre del coraje.

-TE ODIO CON TODO MI ALMA! -Soltó con un odio impresionante, me dejo perpleja su grito lleno de furia.

-Te juro que estoy muy confundida -Es lo único que puedo salir de mi boca, no sabia que tenia y no tenia micha información sobre su enojo contra mi.

En mi mente aun estaba en shock por ver a la persona que tenia frente a mi...

-¿Por qué Avy? ¿Por qué mi padre?  -Su voz era insistente, realmente quería una respuesta...pero yo no podia dárselo, no sabia de que hablaba.

-... de que me estas hablando? -Comenzó a reír de forma maniaca frente a mi.

-Ouh, creo que fui muy obvia al dejarte pistas, Avy. Esto era predecible.

Ahora hablaba con un tono habitual.

-Tu asesinaste a mi padre -Las lagrimas se acumularon en sus ojos. Reflejaban tristeza y dolor, yo quería comprender quien coño era si padre, y lo comprendí.

Los vidrios en la caja con sangre...

Eso me ilumino la mente.

-Arruinarte mi maldita vida, Avy. Te odio tanto. Y te hare sufrir.

-Es que de verdad no entiendo que quiere. Dinero? Mis papás tienen, ellos te pueden dar lo que sea. Ten en mente que estas cometiendo un error al culparme de matar a alguien que no tengo idea quien sea, créeme. -Me escuchaba con atención, pero su estado había regresado al de un perro rabioso, sentí que en cualquier momento me golpearía.- Yo no soy ninguna asesina.

-¡Mientes! -Me abofeteo, y yo solo logre asustarme mas, me sentía aterrada en esos momentos, pero me sentía mas que aterrada, molesta. Molesta por no defenderme, por no regresarle los golpes, por no hacer algo por mi, quería hacerlo en verdad, pero la sensación de ser tomada en contra de mi voluntad me recordaba a aquel día que estaba en el sótano de mi casa con mi madre desangrándose al lado mío...y yo quería echarme a llorar, pero sabia que no serviría de nada mas que causarle diversión a esa persona.

Salió de aquel cuarto horrible dejándome sola y como pude me arrastre para golpear la puerta.

-¡Sácame de aquí!  -Di unos cuantos golpes insistentes a la puerta de metal. -¡Sácame de aquí! -Repetí. -¡Abre la puerta! -Grite- por favor... -Sentí un nudo en la garganta que no me dio oportunidad de seguir gritando.

Quería llorar por la traición que sentía...

Quería llorar por los malos recuerdos...

Quería llorar por el dolor físico...

Quería llorar por el dolor emocional...

Quería llorar por todo. Por absolutamente todo.

Y lo hice.

Me deje llorar.

Deje que las lagrimas fluyeran...

Que fluyeran por todo. Por absolutamente todo.

Y fue hasta entonces que me quede dormida.

.SC.

Un final...feliz?Where stories live. Discover now