Los mafiosos más temidos de Japón, "Bonten" seres sin piedad a matar que no les importaba que alguien muera, pero... pronto un o unos sucesos cambiaran las vidas de cada uno de los integrantes de Bonten
Nadie hubiera pensado que ellos tienen hijos...
Un chasqueo de dedos fue lo que ocurrió, y en el mismo lugar donde conocieron a unos adolescentes volvieron a aparecer los padres de estos, pero en esta ocación solo los padres.
— buenas! Es un gusto volverlos a ver – hablo con un tono de voz alegre, la persona que aun no se mostraba.
— de nuevo aquí... Que quieres? – cuestionó esta vez Takeomi, quien miro en dirección de donde se escucho la voz.
— a ustedes, ¿a quienes más entonces? Aunque también quisera una vida resuelta pero eso es imposible o seria un gran milagro. – dijo medio enojado en su tono de voz, más sin embargo se calmó para volver a hablar – hoy reaccionaran a como es que sus hijos se conocieron, listos para verlo y saberlo.
— ¡solo enciende el maldito televisor! – le grito Sanzu a la voz.
— ni siquiera un por favor, pero ya que... Aun así te amo drogo.
La pantalla se encendió y se mostró a una mujer y un niño caminando.
— ¿Mamá, a donde vamo? – un pequeño niño de casi 2 años hablo, para su edad era sorprendente que hablara fluidamente. Aunque tenga algunas palabras que no pueda pronunciar bien.
— se parece a Takeo... – hablo Takeomi mirando hacia el pequeño infante de la pantalla, viendo mejor, no tenia muchos años, máximo solo dos podria ser.
— tranquilo Takeo, espera, conocerás a unos nuevos amigos para jugar, solo espera. – una mujer de pelo castaño y ojos violetas hablo ( puse asi, porque takeomi tiene los ojos verdes asique de su madre lo heredo takeo).
— con que ella es la madre de Takeo ( no se parece en nada a como se veia en su mirada ¿porque? )
— debo admitir que la mujer es hermosa, aunque no suficiente. – comento Sanzu.
— para nadie es suficiente, Samsung. – dijo la voz de fondo.
Ambas personas iban caminando por una calle tranquila, y al lado izquierdo un parque grande.
— porque jamas se nos ocurrió visitar ese parque, lleva muchos recuerdos. – dijo Ran. Y la verdad si tenia muchos recuerdos de ese lugar, ahí fue cuando su hermanito aprendio a manejar la bicicleta y tambien su primera caida.
A solo unos metros estaba una casa, cruzando la carretera. La mujer de pelo castaño se acerco con su hijo donde la casa. Toco la puerta un poco fuerte para que le abrieran.
— oh, llegaste, y con Takeo. – la saludo una mujer de pelo negro y ojos .
— si, gracias por dejarme estar aquí Kasumi, en serio te lo agradezco. – le dio las gracias a la mujer frente suyo con una reverencia.
Kasumi Terumi: madre de Matías y Melissa Sano.
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