Capítulo 13

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Habían transcurrido varias horas desde que el mayor se marchó de la casa de Jisung. Hasta ese momento, todo había parecido normal, pero ahora sentía un profundo vacío. El silencio en su habitación resultaba deprimente. Durante toda su vida, nunca había tenido amigos. Su existencia se había basado en la lectura de libros y la reflexión sobre sí mismo. Soorim había llenado ese vacío durante un largo tiempo, y había llegado a acostumbrarse a su presencia. Sin embargo, su partida solo había logrado cerrar aún más su burbuja.

La llegada de Jisung había cambiado su rumbo. Aunque constantemente se encontraba comparándolo con su difunta novia, este chico había logrado sacarlo de su zona de confort y hacerle sentir cómodo en su presencia. Pero había un detalle: no podía hacerlo solo. Necesitaba la compañía del menor para reunir el valor necesario de salir de su habitación. Sabía que eso no estaba del todo bien. Su vida había sido tan monótona, y Jisung era una persona sociable y carismática con los demás, totalmente opuesto a él. Sin embargo, había demasiadas cosas en común entre ellos.

El silencio inexistente en su habitación estaba llevando a su cuerpo a perder toda motivación. ¿Volvería a encerrarse entre sus muebles? ¿Recordaría el mundo exterior solo a través de sus libros? Antes de que su mente se viera inundada por todas estas preguntas, el glorioso instrumental de su tono de llamada comenzó a sonar, haciendo que se apresurara a agarrar el teléfono para contestar.

— Honnie, soy Jisung — no podía explicar la tranquilidad que sentía al oír su voz — Olvidaste tu chaqueta en mi sala — quizás había "olvidado" su chaqueta intencionalmente, pero no esperaba que Jisung lo llamara tan pronto.

— Lo siento, iré a recogerla — se apresuró a decir.

— No hace falta — añadió — estoy frente a tu puerta, y si no es molestia, me gustaría quedarme...

La llamada finalizó de forma abrupta, luego de que el mayor corriera hasta la puerta para recibir al castaño.

— Puedes quedarte, Jisung. Siéntete como en casa — manifestó, obteniendo una adorable sonrisa del chico.

— Traje una película. Espero que te gusten las de terror — añadió mientras entraba con confianza en el interior.

— Soy todo un aficionado — admitió.

— ¿Hablas en serio? ¿Dónde has estado todo este tiempo? Ninguno de mis amigos quiere ver estas películas conmigo. Siempre tengo que verlas solo y, a veces, me muero de miedo — comentó divertido.

— Voy a calentar fideos instantáneos — avisó, adentrándose en la cocina.

El castaño se acomodó en el sillón mientras intentaba descifrar cómo utilizar el reproductor de DVD. De repente, su móvil comenzó a vibrar, indicando una llamada. Suspiró largamente al ver el nombre en la pantalla.

"No puedo seguir con esto."

Su buen humor se desvaneció en cuestión de segundos. Ahora solo le atormentaba la conciencia, y no podía estar tranquilo por ello.

El mayor regresó a la sala con una sonrisa leve. El castaño intentó mantener una expresión positiva para preservar el ambiente, pero le resultó en vano.

— ¿Sucedió algo? — preguntó el mayor.

— Honnie... tengo que decirte algo — soltó, inseguro de si tenía el valor necesario para hacerlo.

— Te escucho — respondió el otro, pero justo en ese momento, el sonido del microondas interrumpió su declaración. — Deben ser los fideos. Regreso enseguida.

"No puedo."

¿Qué estaba haciendo?

El mayor regresó con los platos en una bandeja y los colocó en la mesa antes de sentarse junto al castaño.

— Bien, ¿qué era lo que querías decirme? — preguntó curioso.

— Olvídalo, es algo insignificante.

El mayor, aunque no muy convencido, decidió no insistir y le dio play a la película.

"No quiero que me odies."














Tres horas de retraso pero lo logré XD
Que no se note que soy la morra que siempre llega tarde a clases.

NO SOY ELLA / MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora