Tu fuiste ese sueño, que me impulso a seguir mis sueños.
Tu fuiste esa ancla, que impidió que me sumergiera en el mar, de lo desconocido así sin mas, e impidió que me llevará satanás.
Tu fuiste esa luz, que iluminó mi alma, mientras ella descansaba...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Abro los ojos y veo a Jake en frente mi abrazándome.
Luego veo que abre los ojos.
-Que haces en mi cama- dije levantándome de la cama.
-Estoy durmiendo que no ves- dice con una voz ronca mañanera que me fascina tanto.
-Aja pero no puedes dormir en mi cama... Al menos no sin pedir permiso.
-Sabes, ya me tienes cansada con tu "no sin pedir permiso".
-Pero es la verdad, tienes que pedir permiso.
-Ah si- dijo levantándose de la cama, se para en frente de mi y acaricia mi mentón, luego lo sube un poco para que lo vea a la cara sin dejar de acariciarlo- Y para que más te tengo que pedir permiso, ah pequeña.
-Uno no me digas pequeña y dos para todo.
-¿Sabes? No... Prefiero hacer lo que yo quiera- dijo y me beso, en seguida lo separé.
-Jake...- dije y en eso puse mi mano en sus bolas y las apreté- La próxima vez que me beses sin mi permiso, te juro que te quedas sin tus adorados huevitos de codorniz, entendiste- dije y a lo último apreté un poco más.
-Ok... Ya entendí...-dijo entre quejidos y lamentos hay lo solte.
-Bien. Ahora sal de mi habitación que me tengo que cambiar de ropa- le señale a la puerta con el brazo.
-¿Puedo estar aquí mientras te cambias?- dijo y sonreí un poco
-No- al decir esto mi rostro se torno serio- Largo- dije apuntando otra vez la puerta.
El salio y cerro la puerta y yo me desvestí. Me coloque algo sencillo. Un crop top negro, un shorts blue jeans y unos zapatos negros. Algo muy deportivo, ya que pensaba salir a caminar un rato.
Tomo mi camara y salgo de la habitación. Bajo por las escaleras y me dirijo hacia la puerta de la casa. Me dirijo a la sala puesto que hay está la puerta, ya en la sala veo a Jake sentado en uno de los muebles.
-Adiós pendejo, voy a salir a caminar un rato- y cuando estaba a punto de cruzar la puerta me dijo algo.
-Voy contigo- el se levantó y se dirigió hacia mi.
-No. Yo camino sola.
-Pero quiero ir contigo.
-Pero yo no quiero ir contigo así que te me vas sentando otra vez.
-Vamos por favor Kate solo hoy- dijo y hizo un puchero al cual no me podía negar.