Al otro lado del océano [Goldenduo]

Introducción

El muchacho estaba solo en el bosque, era oscuro y un tanto tenebroso pero estaba bien, él era un chico grande y nada le daba miedo.

"Hum... no puedo desollarlo con un cuchillo normal ¿Tendré todavía mi cuchillo de caza? No. quizás si trato de hacer un corte limpio..."

Esta bien, eso sí daba miedo, Se le heló la sangre al escuchar aquella voz hablando de algo tan horrible como lo era desollar a alguien. Bastante asustado agarró un palo del suelo, no era capaz de identificar de donde venía la voz.

—¡SE QUE ESTAS AQUÍ, NO TE ACERQUES O ACABARÉ CONTIGO!

Un largo silencio. Nadie le respondió, Tommy apretó su arma improvisada con fuerza.

—YA TE VI, NO TRATES DE OCULTARTE MALDITO.

Tommy no lo vio, solo quería que este se asustara y saliera, pero no ocurrió, no había nadie.

Estuvo varios minutos alerta pero nada más sucedió, aún con los nervios de punta corrió de regreso al pueblo. En mitad del camino volvió a oír algo.

"Creo que lo perdí..."

Tommy se detuvo en seco y miró para todos lados, ahora estaba en mitad de un claro, no había manera de que alguien se ocultara sin que lo viese. Fue entonces que recordó las habilidades de los Phantom. 

—Wilbur esta mierda no es divertida.

Silencio otra vez, esperaba que su hermano apareciera y se riera en su cara, pero no lo hizo, y para peor cuando le preguntó este aseguró que no tenía nada que ver.

Tommy estaba nervioso pero tras jugar toda la tarde con sus amigos terminó olvidando el asunto. Al final del día ya metido en la cama y a punto de quedarse dormido esto volvió a suceder, de manera mucho más nítida.

"Si sigo para el oeste debería encontrar...."

—¡¿QUE MIERDA ESTAS HACIENDO EN MI CASA?!—.Grito Tommy horrorizado mientras se incorporaba en la cama.

"¿TU OTRA VEZ? ¿¡DONDE DEMONIOS ESTAS?!"

—¿¡YO?! ¿¡DONDE ESTAS TU!?

—POR LA MIERDA TOMMY, DEJA DE GRITAR—. Gritó Wilbur desde la habitación de al lado, Tommy se cubrió la boca y miró para todos lados, no había nadie.

—¿Me estoy volviendo loco?
   "¿Me estoy volviendo loco?"

Tommy volvió a gritar, su otro hermano le respondió con golpes en la pared.

—¡Tommy es media noche, lo que sea que estés haciendo déjalo para mañana!

—¿¡QUIÉN DIABLOS ERES?!

"¿¡TU QUIÉN ERES!? ¿¡POR QUÉ ME ACECHAS!? ¿¡TE ENVIARON ESOS MERCENARIOS DE LA OTRA VEZ?!"

—¿¡DE QUE CARAJO ESTAS HABLANDO, QUE ESTA MAL CONTIGO?!

Philza salió de su cuarto con la sandalia en la mano, cansado de tanto ruido fue hasta el cuarto de su hijo menor.

Al final, logró hacerlo callar.