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La sensación de que alguien me observará continuo durante toda la comida, no quería alterarme ya que sabía que estaba a salvo con mi tío y mi padre, pero era inevitable sentirme incomoda y con escalofríos. Al terminar de comer me levanté de la mesa y fui a dejar mis trastes al fregadero, fue entonces que pude descubrir quien me observaba, en mi patio se encontraba Vance hopper, me miraba fijamente pero sus ojos eran sombríos, su ropa parecia desgastada y en su piel se encontraban heridas, lancé mis trastes al fregadero con rapidez y me dirigi hacia donde se encontraba Vance, al llegar al patio no había rastro de él, mis ojos buscaban con desesperación su silueta, empecé a sudar frío, era el quien me estaba viendo desde que llegue a casa, mire a todas partes con rapidez, pero se había esfumado, fue entonces cuando una mano hizo que me sobresaltara.

Cariño, ¿todo bien?.-mi padre mi tomó por los hombros, yo aún seguía buscando a Vance.

Vi a Vance Hopper, el chico desaparecido.-mi padre se quedó estático durante algunos segundos.

¿Estas segura?, ¿quieres que busquemos juntos?.- asentí, y así lo hicimos, durante 30 minutos dimos vuelta a la colonia, pero no había rastro de Vance.

Mi tío Max solo me calmó diciendo que fue mi imaginación, y así quise creerlo, nuevamente nos introducimos en la casa y yo me fui a mi cuarto, había sido un suceso extraño. Traté de tranquilizarme escuchando algo de música, eran las 2:37 pm y ya era hora de arreglarme para mi cita con Finney. Por más que trataba de concentrarme me era imposible, la imagen de Vance en mi patio hacia que mi respiración se acelerará, ¿porqué huyo de la nada? ¿Porqué tenía heridas? Eran las preguntas que más rondaban por mi cabeza, la imagen de mi padre en el espejo hizo que saliera de mis pensamientos.

¿Saldrás con alguien, mi cielo?.-Se acercó a para después acariciar mi cabello.

Si, de hecho ya es hora de irme.- me volteé para verlo y le sonreí.

¿Quieres que te lleve?.-empezó a caminar hacia la puerta de mi habitación.

No, solo iré a Ellison, esta cerca así que no te preocupes volveré temprano.- tomé mi bolso y lo abracé.

Cristal, te pareces tanto a tu madre.-tomó mi barbilla para que lo mirará a la cara, acarició mi mejilla y puso un mechón de mi cabello por detrás de mi oreja.

Gracias padre.-su cara cambió a una más seria, decidí irme ya que se me hacía tarde, me despedí de mi tío Max y salí de la casa, durante el camino mis nervios iban aumentando, no sabía cómo decirle a Finney que me gustaba sin verme tan ridícula.

Una vez que llegue al establecimiento tomé una gran bocada de aire y limpié el sudor de mi frente con mis manos, abrí la puerta y empecé a buscar a Finney con la mirada, pude verlo esperando a lado de una máquina expendedora, en su mano se encontraba un refresco, me acerque a él a paso rápido y arregle un poco mi cabello.

Hey, Finney.-capté la atención de Finney de inmediato, sus ojos recorrieron mi cuerpo de pies a cabeza y me dio una sonrisa.

Hola Cristy, te ves muy linda, te compré esto.- me extendió la lata y la tomé con vergüenza, nuestros dedos tuvieron un encuentro, haciendo que un pequeño choque recorriera todo mi ser.

Muchas gracias Finney, ¿quieres comer algo? Yo invito y no puedes decirme que no.- reí un poco por la cara que puso.

Esta bien, pero yo pago las rondas de juegos.- Finney tomó mi mano y fuimos hacia la parte de snaks.

Les mentiría si no les dijera que fue una cita demasiado hermosa, nos divertimos demasiado y mi estómago dolía de tanto que Finney me hacía reír, era un chico espectacular. Al llegar las 6:30 decidimos irnos a casa, obviamente el insistió en acompañarme hacia la mía, aunque yo preferí que me acompañará hasta la esquina y no tuvo más remedio que acceder. Durante el camino seguíamos hablando de cualquier tema, hasta que el silencio invadió nuestra conversación, no era un silencio incómodo ni nada por el estilo, era lindo escuchar la brisa y las hojas de los árboles, pronto empecé a sentir la mirada de Finney sobre mi, cada que miraba de reojo este volteaba su mirada a otra parte, contenía las carcajadas cada que este evitaba mi mirada, al igual que cuando trataba de tomar mi mano pero se arrepentía al instante.

Finney, tengo que decirte algo.-pare en seco, haciendo que este también imitara mi acción y volteara a verme.

A decir verdad, yo también.-me dio una sonrisa nerviosa y rasco su cabeza.

Bueno, te escucho.-los nervios nuevamente volvieron a mi, en mi mente pasaban las posibles cosas que Finney me podría decir, tenía miedo de que no fuera algo de mi agrado.

Bueno, sabes que nos conocemos desde que entraste a la escuela, y siempre has sido alguien demasiado buena conmigo, eres una amiga demasiado buena.-sentí como mi corazón se detenía por un minuto, ¿estaba apunto de rechazarme a caso?.- pero, quiero que dejes de serlo.

¿Porqué tan repentino, Finney?.- mi voz quería quebrarse, pero la esperanza en mi revivió cuando la cara de Finney se acerco a la mía.

Mi mente no procesaba por completo lo que estaba pasando, solo sentía los labios de Finney sobre los míos,  sentí un cosquilleo en mi estómago, sentía la calidez de las manos de Finney en mis mejillas, la brisa moviendo nuestros cabellos hacia que fuera el escenario más romántico, pronto correspondi el beso, me sentía feliz, Finney sentía lo mismo que yo, eramos correspondidos mutuamente, era mi primer amor, estaba más que feliz, pero la falta de aire hizo que mi momento se acabará. Nuestros ojos se encontraron y reflejaban felicidad, sus ojos brillaban con tanta intensidad, amaba que me miraran a mi.

Cristy, quiero ser tu pareja si me lo permites.-mis mejillas se sentían cálidas, la sangre había subido a mi cabeza, seguramente estaba más que sonrojada, mi respuesta fue abrazarlo con fuerza, el gustoso correspondió abrazándome por la cintura, había entendido que era un si.

Seguimos abrazados un poco más, cuando caí en cuenta de la hora que era, tenia que llegar a casa, el entendió y me acompañó hasta la esquina, en todo el camino íbamos tomados de la mano, el despedirnos fue la parte más difícil pero era necesario. Al llegar a casa solo decidí cenar e irme a la cama, era la primera vez que no tomaba mis pastillas para dormir, había conciliado el sueño por mi misma, que me haz hecho Finney Blake...

Call me (Finney Blake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora