#2: La Caída de Los Vengadores

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El brillante Sol se alzaba por todo lo alto, como presagió de lo que podría haber sido un hermoso día

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El brillante Sol se alzaba por todo lo alto, como presagió de lo que podría haber sido un hermoso día. En la magnífica mansión de Los Avengers, el grupo de los héroes más poderosos del planeta se encontraba aun procesando la perdida de aquel que era uno de sus más grandes compañeros. Pero al igual que nos ha pasado muchas veces tras un funeral, los héroes rememoraban las aventuras ya ocurridas en el cercano y distante pasado.

—Se los juro —aseguró Hawkeye, entre risas—. Ese traficante de armas casi se hace en los pantalones cuando Marvel y yo desbaratamos sus negocios. Y lo hubiera golpeado un poco más de no ser por la intervención de su esposa. En serio, no lo entiendo. ¿Por qué una mujer golpeada defendería y volvería con el hombre que la golpeo?

 ¿Por qué una mujer golpeada defendería y volvería con el hombre que la golpeo?

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Las risas se detuvieron y el ambiente paso inmediatamente a uno más tenso. Janet Van Dyne, más conocida como La Avispa, se puso de pie y salió con notable molestia —y cierta incomodidad— del comedor donde se encontraban.

—No entiendo, ¿dije algo malo? —preguntó con franco desconcierto el varón.

—Clint, debes tener más cuidado con lo que dices —le reprochó el Capitán America.

—Pero, ¿qué es lo que dije? —volvió a preguntar el héroe, antes de que un corto silencio diese lugar a un rostro de entendimiento—. Oh, ya recuerdo...

Pero antes de poder seguir con aquella incomoda conversación, un poderoso trueno resonó por los cielos. Los héroes asomaron la mirada por los grandes ventanales solo para observar como un extraño color indescriptible para el ojo humano caía de forma violenta contra el verde césped de su enorme patio.

—Avengers —exclamó el Capitán América, tomando con firmeza su escudo—. Conmigo.

El brillante Sol que le había alzado fue cubierto por negras y fieras nubes, dando indicios del catastrófico evento que estaba por ocurrir. El Capitán América, siendo seguido de cerca por Black Widow, Hawkeye, Miss Marvel, Scarlet Witch y Vision. Los héroes, mientras más se aproximaba, no podían evitar sentir un olor putrefacto que solo se volvía más y más fuerte. Al mismo tiempo, una creciente sensación de pánico se acrecentaba en el interior de sus corazones. Pero ellos eran los héroes más poderosos del planeta. Ellos no huían del miedo; lo enfrentaban y ganaban. ¿Pues qué era cualquier amenaza, en comparación a Los Avengers?

DC/Marvel: El Orígen del CancerversoTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon