𝐑𝐄𝐃 𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓𝐒 | ENHYPEN 𝐒𝐌𝐔𝐓 ✓

━━━━ 𝙅𝙖𝙠𝙚 𝙖𝙨...

- ✕ ҂ Jake como un profesor dispuesto a aprobarte, a cambio de algo... Ꞌꞌ

ﾐ "Workin' and playin' so hard"
(˛˛• •˛˛)

-Explícito.
-Las personas con pedidos, por favor, tened paciencia. He empezado el instituto hace poco y además estoy enferma, pero sigo teniéndolos en cuenta. ^^
(Recuerdo que actualmente los pedidos están cerrados).

Jake estaría sentado en su escritorio, sobre la superficie de este. La clase habría terminado, todos los alumnos saldrían apresurados del aula en dirección a la salida del centro; a sus casas, las de sus amigos, las de sus familiares... pero había alguien que no tenía pensado ir aún, y esa serías tú.

Con la nota de tu examen en mano, un tres sobre diez, te debatirías brutalmente si hacer o no hacer lo que llevarías pensando un tiempo ya considerable.
¿Hacerle un favor a tu profesor a cambio de otro favor?
Odiarías su asignatura, no habría habido ni un solo examen en el que hubieras sacado más de un cuatro, se te haría imposible aprobar la evaluación, y esta ya estaba a punto de terminar. Ni un once sobre diez en el siguiente test podría salvarte del mayor suspenso de tu vida.
Pero tal vez otra cosa sí.

No sería ningún secreto que tu profesor Shim Jake sería conocido por ser coqueto, no de forma directa, pero sí en general; guiños, bromas a las alumnas femeninas... sería muy comprensivo y astuto, y muchas veces los chicos tendrían que reclamar su atención porque a veces los ignoraría.
Tal vez en eso influiría que sería bastante joven. Veintiséis años.
Y tú, de unos veinte, estarías harta de suspender su asignatura en esa maldita universidad.

Armándote de valor, te acercarías con gracia y sutileza hasta él, devolviéndole el papel que habría pedido que se le devolviera antes de irse. Lo tomaría revisando la nota una última vez.

-Otro suspenso, ¿eh?
-Hablando de eso... estaba pensando que...
-¿Intenta comprarme, señorita?

Abrirías los ojos como platos, ni siquiera habrías dicho nada sobre eso y tus actos ya te habrían delatado, o tal vez aquella no sería la primera vez que una alumna intentaba eso.
Porque, para qué mentir. Tu profesor no estaría nada mal.
Más bien al revés. Te encantaría.

No sabrías si estarías delirando, soñando. Pero en medio de ese silencio que se formó, podrías jurar que tu profesor te habría inspeccionado con total descaro, de arriba a abajo, echándole un vistazo a tus pechos, a tus caderas en ese pantalón apretado, a tus muslos... ¿y si tenía visión de rayos x? Porque si no, no te explicarías semejante dedicación a la hora de observarte.

-Sea honesta, ¿qué intenta?
-Yo... yo solo quiero aprobar. Esto me cuesta muchísimo, y usted...
-Se nota que es la primera vez que intenta sacar una buena nota de esta forma.

La risa inexplicable y burlona de tu profesor australiano te haría fruncir el ceño, obviamente estaría en lo correcto con sus palabras, pero sentirías que se estaría burlando de ti de la forma más vergonzosa del mundo.

-Lo siento mucho. -cogerías tu mochila de la mesa de al lado, donde la habrías dejado, dispuesta a irte.
-Eh... -alargando sus palabras, tomaría tu cintura de espaldas, pegándote a él. Sus piernas estarían abiertas sobre el escritorio donde estaría sentado, tu trasero rozaría con su miembro sobre el pantalón de tela fina. Y no lo habrías visto, habrías evitado mirar ahí, pero podrías jurar que estaría duro-. Si lo hacemos, ¿me prometes que no se lo contarás a nadie? Yo tampoco he llegado nunca a estos límites y no quiero tener esa mala fama.

Y si te pusieras a pensarlo, te darías cuenta de que tendría razón: nunca habrías escuchado un solo comentario sobre ese tema relacionado con él en los dos años que llevarías siendo su alumna.
¿Serías la primera con la que haría eso? Te parecía imposible. Solo con verlo, su cuerpo, sus manos venosas, su rostro angelical, sus labios apetecibles y su acento australiano... desde luego que era irresistible. ¿Nunca había caído ante los encantos de otra alumna como tú?

-¿Y por qué...?
-Ya me habías gustado, cielo. Si no, no estaría haciendo esto.

Su mano subiría por el interior de tu muslo, cubierto con el pantalón. Gruñiría molesto por este cubriendo tus piernas, y luego sonreiría satisfecho al sentir, incluso a través de este, la humedad que crecería en la zona de tu intimidad, haciendo que se diera cuenta de lo mucho que su tacto te estremecería. Te girarías para quedar de frente con él y te lanzarías hacia sus labios pretendiendo que tu cuerpo se desprendiera de la timidez. Habrías ido a eso y no te irías sin ello.

Jake dirigiría una de tus manos hacia su miembro, sobre el pantalón, pero después pararía y se levantaría, asegurándose de que la puerta tuviera seguro y todas las ventanas estuvieran cerradas, al igual que las cortinas. Volvería a su posición, no sin antes quitarte caballeroso la mochila de la espalda.

Serías tú misma la que posara su mano sobre su miembro, y él te guiaría hasta el interior de su pantalón tras desabrochar este. Rozarías su punta caliente y húmeda sobre su ropa interior, la cual después bajaría, mostrándote su erección grande, prominente, humedecida y apetecible.

Sentirías la necesidad de quitarte la ropa, cuando él te pararía, frustrándote.

-Antes de eso, harás lo que yo te diga... mi clase, mis reglas. -y así, te ordenaría masturbarlo antes de hacértelo sobre el escritorio. Todo por un aprobado.
Aunque merecería más la pena hacerlo que el aprobado en cuestión.

(...)

Oh Dios mío.