Volver a empezar.

Reencuentro

Ucker.

Poncho y yo llegamos a el hotel y dejamos nuestras maletas. Estábamos muy cansados ya que habíamos tenido un largo viaje.

Decidimos ducharnos y acostarnos un rato ya que esta noche teníamos una cena de negocios y no queríamos estar derrotados.

-Poncho: Ucker, pon la alarma, no quiero quedarme dormido y no poder ir a la reunión.

-Ucker: Okei, yo la pongo.

Nos quedamos pronfundamente dormidos hasta que sonó la alarma dos horas antes de nuestra reunión.

Desperté a Poncho que le costaba demasiado despertarse.

-Ucker: poncho, levantate ya que tienes que ducharte...no querras ir con esas pintas a la cena!

-Poncho: Ahora me levanto vete duchandote tu!

Deje a Poncho despejándose y me meti a la ducha, queria estar un raro solo pensando en lo importante que iba a ser esta noche para nuestra carrera.

Me duche y me puse un traje elegante, quería estar presentable.

Poncho ya estaba en la ducha por lo que aproveche para llamar a Paula.

-Ucker: Amor que tal?

-Paula: Muy bien cielo y tu?

-Ucker: Bien, acabo de terminar de arreglarme. Y tu que haces?

-Paula: Pues nada...estaba recojiendo un poco la casa.

-Ucker: Te extraño mucho.

-Paula: y yo...oye tengo que colgar q llaman a la puerta. Chao cielo!

Colgó de repente, la había notado un poco nerviosa. Que estaría haciendo Paula en realidad?

Deje de pensar en tonterías ya que Poncho ya estaba arreglado con su traje, y teníamos que ir para el restaurante por que llegábamos tarde.

Conducimos hacia el restaurante a toda prisa. No podíamos llegar tarde por que en una reunión de trabajo tan importante no queríamos que dijesen que éramos unos impuntuales.

Llegamos 5 minutos tarde, aparcamos y entramos corriendo a el restaurante.

-Mesero: Señores tienen reserva?

-Poncho: Si esta a el nombre del señor Pedro Rodriguez. Somo Alfonso Herrera y Christoffer Von Uckerman.

El mesero miro los nombres y nos dirigió  a nuestra mesa donde estaba Pedro y  dos chicas de espaldas a nosotros, una rubia y una pelirroja.

Nos dirijinos a nuestros asientos enfrente de las dos mujeres.

-Pedro: Hola muchachos! Que gusto veros! Os quiero presentar a las señoritas Anahí Puente y Dulce Maria Espinoza.

Me quede paralizado cuando mire a esas dos mujeres, no podía estar viendo a mi mejor amiga y a el amor de mi juventud. Habían cambiado mucho, pero estaban mas hermosas que nunca. Ellas se quedaron blancas al vernos, estarían igual de plasmadas que nosotros. Poncho a mi lado ni pestañeaba.

-Pedro: Chicas ellos son Alfonso Herrera y Christoffer Von Uckerman, son dos actores muy famosos de México. Al igual que ustedes aquí en España.

Annie fue la primera en responder.

-Annie: Encantada de conoceros!

-Ucker: Igualmente.

-Pedro: Chicos os sucede algo_? Están raros...

-Dulce: emm...no Pedro nada.

No podía de dejar de mirar a Dulce, están impresionante. Se notaba que ya no era la niña rebelde y inocente que conocí, ya era toda una mujer.

Pedro empezó a hablar de la película, y parecía que todos le prestabamos atención, pero se notaba que cada uno estaba pensando en otra cosa.

Me saco de mis pensamientos un móvil que no dejaba de sonar.

Dulce rebuscó en su bolso y cojio el teléfono.

-Dulce: Si??...Como??...pero esta bien Noa? Y Luz? Okei ya vamos para allí.

Dulce colgó y vi como estaba nerviosa al igual que Annie a su lado. Quienes eran Luz y Noa?

-Annie; Q pasa Dul?

-Dul: Lo siento Pedro, tenemos que marcharnos a el hospital, parece que mi hija y la de Annie están con mucha fiebre.

Dul y Annie tenían hijas!! Como podía ser eso?

-Pedro: Okei, vallanse, las niñas así tan pequeñas cojen todo tipo de virus así que no se preocupen. Necesitan que las acerquen?

-Annie: Da igual cojemos un taxi.

-Poncho: Si quieren podemos acercarlas!

-Annie y Dul: Noooo!!

Pedro se quedo mirándolas extrañado.

-Pedro: Chicas, son buenos muchachos, anda vallanse con ellos así me quedo mas tranquilo.

Nos levantamos para acompañar a Annie y a Dul. Salimos del restaurante y no cruzamos ni una palabra. Nos montamos en el coche, Poncho y yo delante y las chicas detrás.

-Poncho: Bueno, que tal les va por España?

-Dulce: Muy bien! Y a ustedes por México?

-Poncho: Pues genial la verdad. Y tienen hijas no?? Cuantos años tienen?

-Annie: y a ti que te importa la edad de nuestras hijas!!

-Poncho: Annie...era solo una pregunta.

-Annie: Lo siento, es que esta noche ya llevo muchas sorpresas!

-Ucker: Si, y yo...

-Poncho: Bueno Dul y que edad tiene tu hija?

-Dul: 6 años.

Me quede pálido, hacia ese mismo tiempo que Dulce se había ido de México, y era una cría. Y yo me acordaba que solo había estado íntimamente conmigo.

-Poncho: Pero Dul...si eras muy jovencita no?

-Dul: Si, pero nos fue bien a Annie y a mi.

-Poncho: me alegro.

Llegamos a el hospital, ahora mas que nunca quería conocer a la hija de Dulce, algo en mi interior me decia que tenia que verla.

-Ucker: las acompañamos.

-Dul: No hace falta.

-Ucker: Si, así si están las niñas bien las volvemos a llevar hasta sus casas.

Vi como Annie y ella se miraban, algo me decía que nos ocultaban algo.

-Annie: No hace falta, después llamamos a un taxi o a nuestras parejas.

No me iba a ir de allí tan fácilmente.

-Ucker: enserio, si quieren vemos que las niñas estén bien y después nos vamos.

-Dulce:( abatida) Okei, vengan.

Subimos en el ascensor hacia la zona de pediatría. Íbamos a donde estaban las hijas de Annie y Dul, y no sabíamos lo que  nos esperaba.

Algo en mi interior me decía que tenía que ver a esas niñas, y ese algo podria cambiar mi vida.