6._Disculpa

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Cuando Mary lució más calmada, Dai se acercó para ofrecerle su pañuelo. Ella lo tomó con un poco de timidez. No se sentía muy bien por haberlo golpeado, pero fue incapaz de contenerse. No uso la prenda para secar sus lágrimas, pero la apretó en la mano y pareció que eso fue suficiente para terminar con su congoja. Mary estaba sentada en el brazo del sofá, Dai se sentó a su espalda.

-¿Cree usted en el destino, Mary?- le preguntó y ella giro un poco la cabeza para verle- Si no lo hace debería empezar a considerar la influencia de una fuerza sobrenatural actuando sobre nosotros. Han ocurrido demasiadas coincidencias.

Mary guardo silencio.

-Su tia Matilde contrato mis servicios hace un tiempo- comenzó Dai- Me contó que su prometido no le daba la atención que ella requería. Todo era trabajo para ese hombre.

-Entonces te hiciste pasar por su amante- intervino Mary.

-Correcto- exclamó Dai- La última vez que la ví fue en un café. Ella le dijo a su prometido que yo no estaba enterado de su compromiso y que ese día rompería conmigo. Él estaba presente. El acto fue un éxito.

-Básicamente te empleo para provocar celos en su prometido a quien responsabilizó por completo del distanciamiento, consiguiendo que él sintiera culpa. Básico, pero efectivo- manifestó Mary y sonó bastante fría.

-Espero no crea que suelo divulgar las motivaciones de mis clientes- continúo Dai- Pero en estás circunstancias no solo es pertinente sino también necesario que usted esté en conocimiento de los detalles de ese evento.

Mary lo estaba viendo de reojo. Él extendió sus manos sobre su regazo casi como una invitación. Después de un rato la muchacha se dejó caer siendo atrapada por él que la ayudo a tomar una cómoda postura sobre sus piernas. Con la cabeza y parte de la espalda sobre el regazo de Dai, Mary comenzó a balancear las piernas que le colgaban del brazo del sofá.

-He sido humillanda delante de mí familia- manifestó en voz baja- Dime ¿Cómo sortearemos esto?

-Usted fue humillada y yo debo estar siendo considerado alguien ruin, sin escrúpulos y posiblemente un interesado en la tajada de herencia que mi novia pueda conseguir- declaró Mary cerrando los ojos un momento- Y cabe agregar que Whiss ha de estar ansioso por señalarme lo poco importante que usted es para mí si fui capaz de traicionar su confianza.

Mary soltó un suspiro y luego intento apartarse de él, algo que Dai evitó de manera casi amorosa.

-Pero no vamos a permitir que este desliz arruine nuestra madura y sólida relación ¿No es así querida?

-No, por supuesto que no- contestó Mary mientras él le besaba la mano- Lamento haberte golpeado.

-Lo hizo bien. Se sintió muy genuino todo lo que hizo, pero la próxima vez le agradecería me diera una bofetada en lugar de un golpe de puño.

Mary se sonrió. Ambos siguieron hablando un rato.

Abajo todos querían saber detalles de que estaba sucediendo. Pero Matilde no dijo gran cosa y su prometido se limitó a repetir que ese sujeto estuvo saliendo con su novia unos meses. No se le veía nada feliz con la presencia de Dai en la casa y cada tanto exclamaba que no podían permitir él permaneciera allí. Los demás murmuraba acerca de las intenciones de Dai y su hijo en la familia. Inés se mantenía al margen en una esquina de la sala.

-Espero tú no creas lo mismo que ellos- le dijo Whiss hincandose junto a la silla de ruedas.

-No- contestó la anciana haciéndole una caricia en el rostro- Sin embargo, la conducta de tu padre me parece un poco singular.

Dos besos la hora.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora