Su destino era conocerse, solo que el destino no tenía planeado el como lo harían.
Una historia en dónde el Rey Morfeo conoce que es el afecto y el amor humano, y en dónde una chica conoce que es amar a alguien que antes no había sido amado.
-The sa...
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L U C I A N B O O D S
Para mí la vida se había convertido en una aventura, en un momento hermoso, y siendo sincera haría lo mismo solo para acabar con Sueño.
Sin incluir las cosas malas obviamente.
Había vivido 70 años, una hermosa y larga vida, pero tenía que aprender a dejarla ir, por qué por mucho que quisiera, nunca podría volver.
- ¿En qué piensas mi Reina?
- En la vida... En las millones de posibilidades y todo lo que alguna vez tuve.
- Lo extrañas, ¿Verdad?
- Todos los días, Oneiros era el niño más lindo y tierno del mundo, es mi vida entera.
- Lo se...
- Después de que Lance murió, Oni fue lo único que me quedo... Y ahora me da tristeza saber que mi hijo de nuevo es huérfano.
- No lo es, de alguna manera sigues viva.
- Pero eso el no lo sabe.
- Ya verás que algún día se volverán a encontrar.
- Espera... ¿Puedo viajar a sus sueños?
- Por supuesto...
- ¿Podrías llevarme? Quiero verlo y despedirme de mi bebé.
- ¿De verdad quieres hacer eso?
- Más que nada en el mundo Sueño.
- Bien, pero necesito que no le digas que está en un sueño, muchas cosas malas podrían pasar.
Me levanté del trono y me acerque a el.
- Si, está bien, vamos allá.
Tomo mi mano y en un abrir y cerrar de ojos, nos encontrábamos en la casa de los padres de Lance.
- ¿Por qué sueña con esto?
- No lo sé.
Recorrimos la casa en busca de Oni.
Al subir las escaleras del segundo piso, ví la habitación de Lance.
- Tal vez este ahí.
Señale la puerta roja, me acerque a esta.
- No digas nada, por favor Sueño.
- Está bien.
Entonces toque la puerta y en eso que Oni contesto.
- ¿Quien es?
- Soy yo, mamá.
- Mamá...
Escuché como se paraba rápido y me abría.
- Estás aquí...
- Hola mi Oni
- Estás muy joven.
- Lo se...
El se acercó y me abrazo.
- Te amo mi pequeño.
- Pero... Estás muerta, moriste y no me puede despedir de ti.
- Pero ahora podemos hacerlo, te he extrañado tanto mi cielo.
- Y yo a ti mamá, ¿Por qué no viviste para siempre como en las historias que me contabas de aquel hombre?
- Por qué la vida no es así pequeño, siempre hay un tiempo para todo.
El se soñaba como si siguiera siendo aquel hermoso niño de ojos azules de 9 años.
- Yo no quería que te fueras.
- Y yo no quería irme.
- Pero... Me habías prometido nunca irte.
- Y sabías que nunca podría cumplir aquella promesa, siempre lo has sabido Oneiros.
El se separó de mi y me miró.
- No es justo.
- La vida no es justa mi niño.
Tome su mano.
- Vamos a caminar y me cuentas que has hecho todo este tiempo, mami te quiere escuchar.
Empezamos a caminar y de un momento a otro, estábamos en su parque favorito.
El me contó todo, el como su esposo y el decidieron adoptar a otra niña, el como rescato a un gato de la calle, el como renunció a su trabajo para hacer su cafetería que siempre soño.
Me contó todo lo que me perdí el año que estuve en el cielo.
Yo estaba realmente feliz por volver a verlo, por volver a abrazarlo.
Pero las cosas no duran lo suficiente, nunca lo hacen.
- Es hora de que despiertes hijo.
- Pero no quiero volver a perderte.
- Ya me has perdido, pero siempre estaré aquí- señalé su pecho- en tu corazón, acompañándote a dónde sea que vayas, cuidándote de lo que sea y amándote a la distancia.
- Te amo mamá.
- Y yo a ti pequeño Oni, cuida a mis niños y a Michael.
- Los cuidare con mi vida.
Entonces volvimos a la ensoñación y mi niño ya no estaba más.
Me partía el corazón no poder quedarme con el, pero se que estaría bien, se que su esposo Michael y sus hijos lo cuidarán por mi.
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