viv. like two drops of blood

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como dos gotas de sangre

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como dos gotas de sangre

Aparte de la letra "L" al comienzo de sus segundos nombres y el apellido Kill, Enío y Belona solo compartían familia y sangre. Y es que todo el mundo te diría eso sí preguntaras por las hijas Ryan y Lauretta Kill, pero un buen observador; o simplemente alguien que no se dejara llevar por las habladurías de los demás, opinaría que ambas tenían los mismos ojos caoba enmarcados por unas rizadas pestañas y que las dos fruncían sus carnosos labios del mismo lado cuando no estaban de acuerdo con algo. Aquí justamente es donde encontramos la franja que separó a las hermanas Kill; el conformismo. Tal vez no deberíamos llamarlo así, pero sucedió porque, Belona; con su gran sentido de la justicia y Enío, que simplemente se "conformaba" con el régimen impuesto en el distrito 2, eran como dos bombas de odio apuntó de explotar todos sus malestares de sus respectivas realidades una contra la otra. A Belona no le gustaba Enío porque era una muñeca cruel y vengativa que se dejaba tirar de los hilos por sus progenitores; porque llamarlos "padres" es un reconocimiento que jamás, en opinión de la mayor de las hermanas, merecerán. Y Enío odiaba a Belona por complicar siempre las cosas, ¿tan difícil era ceñirse a la voluntad de sus padres?. En público, Enío miraba con desprecio y hacia comentarios puntiagudos que Belona contestaba con una amplia sonrisa sarcástica. En casa, ambas se lanzaban puñales de afilado silencio. En el fondo Belona esperaba que Enío entrara en razón, lo deseaba, más que nada. Al fin de cuentas era su hermana pequeña, por muy rápido que las circunstancias la hubieran hecho crecer.
Por eso al enterarse de la "complicación" en el Vasallaje, Belona; hizo presencia como un huracán en la casa número 70 de la Aldea de los Vencedores. Encontrándose al llegar a una destrozada chica de tan solo veintitrés años que, aunque no lo pareciera en ese momento; era su egocéntrica y macabra hermana menor. Hecha un ovillo con los ojos rojo e hinchados perdidos en algún punto de la alfombra, parecía tan rota como los trozos de cristal que la rodeaban. Con cuidado, la rubia posó una mano con delicadeza sobre los hombros de menor.
-Enío- pronunció con delicadeza
Ella se volvió con tranquilidad, Belona sabía que a pesar de no haberlo aparentado, Enío la había controlado desde el momento en el que había puesto un pie en el umbral.
-¿Que quieres, Lyssandra?- respondió con dureza, mirándola a los ojos color caoba; idénticos
-Ayudarte- contestó con sinceridad la treinteañera -Pero necesito que me dejes hacerlo
-No necesito tu ayuda- a continuación volvió a desviar la vista a Dios sabría que entre los cristales -Hice todo lo que me pidieron, Lyssandra. Gané los Juegos; sería libre. ¿Tienes suficiente con eso?- pronunció con un tono sorprendentemente neutral
Las últimas palabras de la morena hicieron que la mayor se pusiera en pie de golpe. Sin duda la justicia era algo que probablemente nunca hubiera existido en Panem, pero Belona había sido repudiada justo por eso mismo; por creer que había esperanza de algo distinto. Dándole una última mirada a su hermana, la rubia echó a correr con un nuevo plan en mente. Porque si algo tenían en común las hermanas Kill era el rencor; ninguna partida se acababa sin que ellas hicieran Jaque Mate.

 Porque si algo tenían en común las hermanas Kill era el rencor; ninguna partida se acababa sin que ellas hicieran Jaque Mate

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05-10-2022

Desde el infierno una andaluza haciendo el intento de escritora

*. 🥀 *- The Red Queen - * 🥀 .*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora