ACHILLES'S HELL || ARCANE VI &YOU

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[POV Jazzmine]

De a pocos abrí los ojos, mi borrosa vista empezó a tornarse nítida. Me encontraba en una pequeña habitación, recostaba sobre una cama. Éste espacio carecía de ventanas, dos puertas, la cual una debe ser para salir de aquí, y una sola luz que provenía de una bombilla adherida al techo.

Apoyé firmemente mis manos sobre el colchón para así sentarme, al hacerlo un hincón emanó de mi cabeza, quise tocar el lugar en el que en específico dolía pero algo puntiagudo me hizo cambiar de parecer.

Retiré la frazada que me abrigaba divisando mis pies descalzos, el izquierdo emitió un brillo al reflejar la luz en él. Busqué mis zapatos, éstos yacían colocados pulcramente en el borde la cama, los sostuve para posteriormente colocármelos.  

Tomé una bocanada de aire antes de levantarme, lo que experimenté a continuación fue un mareo que me hizo aferrarme a la cabecera. 

— Maldición — gruñí para mi misma.

Una vez más calmada decidí emprender la marcha, me dirigía en dirección a la puerta cuando ésta es abierta abruptamente.

— Con que ya despertaste — anunció Ekko. Detrás de él ingresaba Violet y una chica rulosa con un gran hematoma en el rostro, su nariz parecía estar hinchada.

Molesta con él decidí ignorarlo, lo rodeé para caminar hacia Violet, quien de inmediato me rodeó entre sus brazos para después depositar un beso en mi frente. Ese corto beso hizo que una corriente se deslice por todo mi cuerpo, no pude evitar suspirar.

Aún con mi mano alrededor de la cintura de mi pelirrosa le refuté a Ekko — Tú me dopaste.

— Tienes una herida que requirió nueve puntos — señaló mi sien —. Y aún así andabas como si nada, sabía que necesitaría de una buena dosis para traerte.

Entonces lo puntiagudo es un hilo de sutura.

— No es excusa. 

— Sobre eso — Ekko fingió toser para luego mirar a la chica que hasta ahora desconocía —. Jazzmine, te presento a Debbie.

— Un gusto, Debbie ... — saludé a lo que se me quedó observando por unos segundos, tiempo en el que capté la situación —. Oh, tú fuiste a quien — hice la referencia de lanzar un puñetazo a lo que asintió.

— Debbie tiene algo que decirte — añadió Ekko.

La rulosa resopló para luego anunciar notoriamente apenada — Creí que quisiste matar a mi novia, Odeth.

Abrí mis ojos al escuchar ese nombre — ¿Odeth? — miré a todos deteniéndome en Violet —. ¿La pelirrosa? — titubeé.

— Ella misma uhmm — miró sus dedos como si estos fuesen a darle la respuesta que buscaba —. Hubo un pequeño malentendido — emitió una risa nerviosa para luego llevar su mano a la parte posterior de su cuello —. Quien realmente quiso matarla fue Jinx y tú la salvaste.

— Lanzándola de la nave — interviene Ekko con gracia en su voz.

— Tenía su skate — musité en defensa —. Iba a salvarse. 

Ante mi comentario sonríe y asiente.

— Entonces — la chica le mira a su líder para posteriormente dirigirse a mí —. ¿Estamos a mano?

— Lamento lo que te hice en el ... — me señalo el rostro haciendo referencia a su fractura nasal.

— Descuida — se encogió de hombros —. Nada mejor que un par de horas para sanar, más bien, perdona por la futura cicatriz — indicó su sien.