Capítulo 21: Dolor y Bondad

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La situación de luchar con cazadores muertos o heridos de gravedad se puso mucho más tensa para los tres cazadores. En especial para Aoi, la chica jabalí esta perdiendo la cabeza, a Kanao estaba luchando de la misma manera, buscando detener a los cazadores. Uno de los cazadores estaba a punto de atacarle. Pero antes de que su golpe pudiera conectar, Murata cargó con mucho valor y bloqueó el golpe.

—¿Murata-san?

— ¡Yo me encargo chicas! ¡Ustedes sigan adelante! — Gritó Murata con determinación a las chicas.

—¡Tú te measte encima! — Aoi se burló del Murata.

— ¡Nunca hice nada por el estilo, jabalí estúpida! — eso consiguío que Aoi se enojara — Ni siquiera estaba hablando contigo, ¡así que fuera!

— ¿Estás seguro, Murata-san? — preguntó Kanao, preocupada por el pelinegro.

Murata esquivo un golpe de uno de los controlados antes de bloquear las hojas con él.

— Sé que vieron lo peor de mí, chicas — contestó Murata — aún sigo siendo un Cazador de demonios. Encontraré una manera de mantenerlos a raya, Además, Sé que solo necesito cortar los hilos, ¡y que sus patrones de movimiento predecibles.  Yo también tendré cuidado con las arañas.  Cerca del demonio debe haber personas que estén bajo un control aún mayor, ¡Tienen que irse señoritas!

— Gracias, Murata-san — Kanao le agradeció a su compañero — Mantente sano ¡Aoi, vamos! — la Tsuyuri agarró con fuerza del brazo a la Kanzaki, antes de que hiciera algo salvaje.

—  ¡Suéltame! ¡Primero quiero golpearle la cara a ese tipo! ¡No me insultes! — gruñó la oji azul a su secuaz.

— ¡Callate! — Murata espetó — ¡Deja de jugar y sal de aquí!

— ¡Te daré un buen golpe! — Aoi gritó, sin importarle si era arrastrada por Kanao.

Las dos chicas corrieron rápidamente a través de los árboles, Para Alivio de Kanao, Aoi decidió desistir de la idea de regresar y golpear a Murata, ahora la Kanzaki iba adelante de ella, aún quejándose.

—  ¡Juró que no puedo esperar para volver y golpear a ese tipo! — Refunfuño la chica con cabeza de jabalí enojada.

— ¡Deja de hablar así! — reprendió la chica con broche de mariposa.

— ¡Me llamó jabalí estúpida, Monako!

— ¡Me llamo Kanao! — refutó Kanao, ya cansada de todo esto, decidió cambiar de tema — ¿Segura que es por ahí?

—¡Mis sentidos nunca me han fallado! Aunque yo... — no pudó terminar la frase porque Aoi terminó en una red de telarañas, para consternación de la Kanzaki — ¡ARGH GAH! ¿Qué son todos estos hilos molestos? —Gruñó, ella agitando los brazos a todas las dirección con rapidez  para tratar de sacudirse las telarañas.

— Supongo que nos acercamos al demonio — dedujo Kanao, moviéndose con mayor sigilo.

Sus sospechas resultaron ser correctas, ya que en el camino había otro grupo de cazadores de demonios controlados se interpuso en su camino. La que más se destacaba era una chica con cabello largo y negro atado en una cola de caballo, peinado hacía atrás. Alrededor de ella había cuerpos de otros cazadores. Kanao pudo ver alarmada que alrededor del cuerpo de la joven había una mayor cantidad de telarañas por todo su cuerpo.

— ¡Ngh! ¡No se acerquen! ¡Tienen que alejarse! ¡No podemos controlar nuestros movimientos! ¡Tiene que venir un asesino de mayor rango! ¡O si no morirán!" suplicó la joven desesperada entre lagrimas.

KIMETSU NO YAIBA: DESTINOS CAMBIADOSWhere stories live. Discover now