Día 3: Flower shop AU

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La lluvia caía sin parar en la ciudad, si no fuese porque las gotas caían con fuerza, habría podido dejar las plantas fuera del local para que les llegara el agua.

El día había estado regular, nada fuera de lo común, las ventas eran elevadas en los meses de febrero y marzo. De ahí solían llegar personas por ramos, que querían dar un detalle por algún aniversario o por el fallecimiento de alguien.

Él era quien se hacía cargo de la florería debido a que su madre adoptiva, Hisa, con cada día que pasaba, no podía caminar con facilidad. Se había ofrecido por ello a ser quien atendiera el colorido lugar.

Miró la puerta al punto de perder la noción de por cuánto tiempo lo habrá hecho. Suspiró aburrido.

La puerta se abrió con brusquedad

Entró una chica con el aliento entrecortado, tenía unos cuantos golpes, su cara estaba llena de sangre por un golpe que venía desde su frente. El aparente peinado de coletas lo tenía casi deshecho, su chaqueta estaba abierta así que se le podían notar los tatuajes que llevaba en el cuerpo y las vendas que usaba para cubrir sus pechos. Parecía muy obvio que pertenecía a una pandilla.

La escena le pareció genial, era lo más entretenido que veía en días, aún así, no supo qué decirle más que quedarse con la boca abierta

- Quiero unas flores para llevarle a un muerto- dijo la chica acercándose a la vitrina de la caja registradora dónde estaba el vendedor

Ella notó que él sólo la miraba con sorpresa, así que se enfado

- ¿No me escuchaste? Tengo prisa, dámelas por favor.- Ella se burló de repente - ¿Acaso quieres que te las robe? ... Bromeo, sí tengo el dinero - Le dejó el dinero sobre la vitrina

Recobró el sentido y fue por un ramo de crisantemos para dárselos en las manos. Al entregárselo pudo notar que sus nudillos estaban también ensangrentados. Él los tocó para saber si la sangre estaba fresca.

- Oye idiota eso dolió. No me toques- seguía con el ceño fruncido- Ahí está el dinero, quédate con el cambio. Eres un raro- Se volteó para irse de la tienda, esta vez caminaba más lento, al parecer le dolía algo

Inosuke estaba decidido. Corrió lentamente para alcanzarla antes de que saliera pero ella lo notó

- Oye, te dije que no quería el cam- - no pudo terminar la frase, fue noqueada fácilmente por el florista. Todo ese tiempo se la había pasado pensando si debía preguntarle si necesitaba ayuda a lo que seguro se negaría, esto era lo mejor que se le había ocurrido hacer.

Llamó a una ambulancia, les explicó la situación y le dijeron que tenía la opción de acompañarlos o no a lo que él quiso ir, confiando en que no tendría más clientes. Cerró el local y fue con ellos.

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- Huele como a medicina...- Recorrió el lugar con la mirada- ¡¿Qué hago en el hospital?!

- Es mejor que no hagas un escándalo. Sigue acostada- La detuvo su amiga

- Kanao ¿Qué haces aquí?

- Lo mismo quería preguntarte ¿Cómo terminaste tan mal herida?

- Tsk, no quería que te enteraras- Se molestó consigo misma

- Ya dime- La ojiazul apartó la mirada de la de su amiga

- Fuí a enfrentar a esas cerdas-

- Aoi ¿Estás loca?- La tomaba de los hombros- No quiero perder a nadie más - Se le llenaban los ojos de lágrimas, contagiando a Aoi

- Yo tampoco pero...- decía entre gimoteos- es muy injusto lo que le hicieron a Shinobu, que se vayan a la mierda, eso no fue un accidente ¡En verdad la asesinaron! ¡Voy a vengarla así tenga que morir también! - Kanao le dio una cachetada

InoAoi week 2022 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora