Capítulo 16.

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(Culpa y reuniones)

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(Culpa y reuniones)

El día lucio lluvioso, acababan de llegar del expreso Hogwarts bajaron del auto y entraron a la casa Mikaelson, los cinco iban detrás de su madre que al parecer iba muy molesta con los menores ignorando por completo a los mayores que dejaban sus cosas en los sillones de la sala de la planta baja.

—¿Podrías gritarnos de una vez? —hablo Hope llamando la atención de Hayley deteniéndose y ellos haciendo lo mismo. —Creo que fue suficiente tiempo para ignorarnos.

—La única razón de enviarlos a Hogwarts y llevar mi apellido Marshall, era para no llamar la atención y mantenerlos a salvo—vio cómo se sentaban en la sala. —¿Por qué? ¿Por qué necesitaron el dinero? ¿Y por qué donar sangre a la escuela?

—Son asuntos nuestros—dijo Dylan sin ver a su madre.

—Que vendan su sangre es el mío, no tienen derecho.

—Pero que hipocresía tú siempre nos enseñaste que era nuestro cuerpo, nuestra elección—los mayores lucían incomodos con la escena intercambiando miradas. —Es nuestra sangre, nuestra elección.

—Tú no eres cualquier persona, Hope, ninguno de los cinco lo son, y me he roto la espalda para que nada les afecte, no son igual al resto—los cinco bajaron la mirada. —¿Acaso entiendes lo que hiciste? —vio fijamente a la chica.

—Niall me busco—se defendió.

—¡Debiste decir que no! Niall ya era un chico con problemas para encajar y ahora será uno de los únicos tres híbridos en el mundo, lo verán como una amenaza en la ciudad, no sabes lo que has hecho. No pueden hacer algo sin responsabilizarse.

—¿Qué harás? ¿Nos castigaras? ¿Encerraras? Somos brujos podemos escapar—hablo Dylan retando a su madre.

—Y yo soy su madre de los cinco—vio a todos. —No los castigare, pero se quedarán en casa todo el día y yo iré a arreglar su desastre—vio a los dos menores y camino a la salida.

—¿Y nosotros por que estamos castigados? —pregunto Mattheo viendo a los mellizos.

—Por encubrirlos, no debieron hacerlo y avisarme en cuanto sus hermanos comenzaron a cortar sus brazos para donar su sangre—señalo la parte de arriba. —Todos a su habitación y cualquier cosa que hagan más, me enterare.

Freya veía como empeoraban las cosas con la llegada de Hope, el vacío la sentía y eso era malo, comenzando a secar todas las plantas de Londres.

Hope caminaba por los pasillos de su hogar, su castigo era no tan malo solo debía quedarse en casa, así que se paseaba la mayor parte del día leyendo, abrió la puerta de su habitación, encontrando a sus tres novios viéndola.

—Linda proyección, casi creo que están aquí—se sentó en una silla para ver a los tres.

—Hola, bonita—Regulus le sonrió.

Darkside #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora