░۟◌༵🧁- ', [ prólogo. ] ꒱

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En la familia de Darryl solo había gente con excelentes genes dominantes; su padre era un alfa y su madre una omega, ambos del tipo dominante; su primo era un alfa y otra prima suya era una beta. No podías encontrar a nadie del clan demoníaco Noveschoch con genes recesivos. Al menos hasta que nació él. Para colmo de su padre, que desde que supo que iban a tener a un varón, anhelaba un hijo alfa, había nacido omega. Y un omega recesivo.

Se podría decir que tuvo algo de suerte, porque un trabajo muy común para omegas recesivos era ser enviados (aka vendidos) a la prostitución. Darryl no. Él trabajaba a medio tiempo en una librería para poder pagarse sus estudios, ya que había sido echado de su casa a la edad de dieciséis años, cuando su tardío celo se hizo presente por primera vez.

Darryl nunca había tenido un alfa en su cama, satisfaciéndolo en el celo, pero eso estaba bien, él no quería un enlace, ni una decepción amorosa al ser terminado cuando sus pretendientes se enteraran de que era recesivo.

Darryl, a diferencia de su familia, al ser un omega recesivo, carecía de un gran tamaño, asemejándose a un humano normal, de no ser por su piel oscura y sus ojos en blanco, junto con sus cuernos y sus alas. Temió que la gente lo voltease a ver con miedo o asco, pero descubrió que había personas que eran híbridos, o gente capaz de transformarse en su animal interior, por lo que ya no se sentía tan desanimado.

-¡Bad, mi amigo!

Alguien acababa de entrar a mitad de su poco tiempo libre; era Quackity, otro omega, un amigo del colegio, donde éste estudiaba leyes.

-Hola, Quackity.

Lo primero que notó, fue las gafas de sol del omega más bajo; Quackity era un omega normal, con períodos de celo normales, olía rico a naranja y ylang ylang y tenía un alfa. Sin embargo...

-¿Otra vez Jschlatt te hizo llorar, Alex? -preguntó de forma crítica, no en tono de quejarse de su amigo, sino del alfa.

-N-no, claro que no, Bad. No sé de qué hablas.

Claro, el híbrido de pato siempre se hacía el menso -o tal vez de verdad no se daba cuenta- cuando le mencionaban la violencia que ejercía Jschlatt sobre él. Bad era de los primeros en decirle que dejara a ese hombre, que Quackity merecía algo mucho mejor. Sin embargo, el otro omega era terco.

-En fin... -el de gafas cambió de tema- quería saber si estás dispuesto a acompañarme a tomar un poco...

-Yo no tomo, Quackity -le recordó. No le gustaba el olor ni el sabor de las bebidas alcohólicas, además, la gente borracha era impredecible y él no quería cometer un error.

-¡Por favor, Bad! ¡Ven conmigo! Te prometo que no te arrepentirás.

El otro omega estuvo muy insistente, rogándole que fuera con él, prometiendo un sinfín de cosas que Darryl sabía que no iba a cumplir tan pronto tomara un sorbo de la bebida. Quizás el ser pareja de Schlatt le estaba afectando, pues el alfa solía beber mucho.

-No tiene que ver con él, claro que no... es solo que en la facultad de Derecho nos organizamos para ir, es todo...

Bad miró su reloj, ya solo faltaban dos minutos para volver a abrir la librería después de su descanso, así que miró seriamente al menor.

-Bien. Iré.

-¡Gracias, Bad! -se lanzó a sus brazos y lo abrazó-. ¡No te arrepentirás, te lo juro!

Bad sabía que se iba a arrepentir.

𝗪𝗘𝗜𝗥𝗗𝗢, skephaloWhere stories live. Discover now