— Una flor para otra flor. — Extendió su brazo con un pequeño ramo de flores en su mano dirigida al bonito peliverde que estaba enfrente de él.
— Wow, Kirishima-Kun.. Gracias.. — Sus mejillas se tornaron de un tono rojizo y recibió el pequeño ramo con timidez.
— Te mereces eso y mucho más, Izuku-Kun. — Esas palabras realmente llegaron al débil corazón del peliverde y habían salido de dentro del inmenso corazón de Kirishima.
— Tú también, Kirishima-Kun. — Devolvió el elogio Izuku, Eijirō no se esperaba eso y las palabras dichas le llegaron hasta el fondo de sus sentimientos.
Conectaron sus lindas miradas, esmeralda y rubí se encontraron con amor, cada segundo sus cuerpos se acercaban más y más, hasta que podían sentir la respiración del otro.
Sus bocas se buscaron la una a la otra, y se juntaron en un beso lleno de amor. Transmitiendo todo el cariño que se tenían el uno al otro en un pequeño beso lleno de afecto.
Separaron sus bocas y se miraron, sus miradas reflejaban su cariño y aprecio el uno al otro, ese beso sería el inicio de muchos más en una linda relación.
. . .
Eijirō escuchó el irritante sonido de su alarma, nunca tuvo tantas ganas de pegarle un puñetazo, lo había despertado de un sueño de maravilla.
Últimamente había estado soñando con su lindo crush, Izuku. Sabía que estaba mal, que era el novio de su mejor amigo, pero a veces el corazón lo traiciona a uno y se flecha con alguien no correspondido.
El sabía perfectamente que esos sentimientos debían ser ocultos hasta el fin de sus días, después de todo el quiere la felicidad de Izuku, y si su felicidad está en manos de Denki, el dejará que sean felices.
Aun si eso involucra que su débil corazón salga afectado, aún si sus sentimientos llegan a ser dañados, el amor verdadero es cuando una persona quiere la felicidad de su enamorado, aún si tú no estás presente en ella.
Y el necesita ver a Izuku feliz.
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