Capítulo 8: Un Buen Hombre.

252 35 5
                                    

—¿Cómo es que usted....?—preguntó anonadado.

—Por favor, lo vi con mis ojos —expresó —Eso que hiciste es obvio que un niño como tú, de esa complexión y esa estatura sería incapaz de hacer. Pareciera como si algo corriera dentro de ti, una fuerza mucho más descomunal a la humana.

—Lo siento mucho —se sincero —Pero no puedo decirle nada, mi existencia está en juego.

—Así que es cierto —contestó —Mmm. Ya me lo imaginaba, oye si lo que te preocupa es que se revele algo que afecte a tu linea de tiempo. Deberías despreocuparte, ya que es muy difícil que me hagan hablar.

James lo miró con recelo. Aunque después de pensarlo por algo de tiempo finalmente decidió hablar.

Después de todo el doctor no se quedaría para siempre, muy a su pesar, ya que según palabras de su padre. Este falleceria producto de un disparo luego de que exitosamente, su padre haya recibido el Suero.

—Bueno, como ya sabe mi nombre es James y antes de revelarle todo, es importante que no revele nada de lo que voy a contarle —pidió.

—Te doy mi palabra, nada saldrá de aquí. Pero también yo te pido una cosa —dijo, a lo que él asintió. —Quiero que seas sincero conmigo.

James rio levemente al recordar esas mismas palabras que le había dicho a su padre.

—Mi nombre es James, James Rogers Romanoff —contestó —Soy el primogénito de Steve Rogers. Mi madre es Natalia Alinonva Romanova. Una espía de la KGB quien decide dejar su vida de espía con tal de enmendar las cosas.

—Prácticamente el hijo de un soldado y una espía. He de decir que es bastante sorprendente, dime; ¿cómo llegaste aquí? ¿Por qué no estás en tu época?

James cambió su semblante a uno triste al recordar su realidad, la razón por la cual el se encontraba ahí y no en su tiempo.

—Mi Tío Tony Stark estaba trabajando en una especie de máquina del tiempo, nos encontrabamos en un día de campo cuando yo, mi mejor amiga y mi hermana fuimos al ala oeste. El cual teníamos prohibido ir.

James paro su relato por breves minutos.

—Mi hermana había subido a la plataforma y por error mi amiga accionó un botón que dio funcionamiento a la máquina, corrí lo mas que pude para salvar a mi hermana. Creí que podría correr y ponerme a salvo, pero cuando menos lo espere esa cosa me absorbió y termine en un callejón en 1942.

—Entiendo —fue lo que dijo el científico —Debió ser muy duro para ti llegar a una época que es totalmente desconocida para ti, y sobre todo llegar a un lugar que es zona de guerra.

—Mucho, pero después encontré a papá y a mi tío. —sonrió —Creo que viajar a una época no ha sido tan malo. Al menos me ayudó a comprender cuanto ha sufrido mi papá.

—Recuerda, nunca debes juzgar a nadie sin antes ponerte en sus zapatos —dijo sabiamente. —Y dime, ¿tu perspectiva ha cambiado después de ver todo lo que ha sufrido tu padre?

—Mucho, jamás imagine que mi papá era un hombre debilucho y enfermizo. Ni siquiera sabía que él había tenido que vivir solo desde muy temprano, no me imagino la vida sin mi mamá. De hecho sin ninguno de los dos. —fue su respuesta sincera —Creo que experimentar lo tétrico de una guerra me ha hecho ver que puedo perderlo todo, de la noche a la mañana. Ahora entiendo las exigencias de mis padres al entrenarme todos los días para el futuro.

—Tus padres solo buscan lo mejor para ti, James —respondió el peliblanco —A veces parecen estrictos y hasta malos. Pero todo esto lo hacen porque te aman, se preocupan por ti. Y estoy seguro que están haciendo todo lo posible porque vayas a casa.

La historia del héroe Where stories live. Discover now