Tempered [ Nomin ]

Capítulo 3

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Abrí mis ojos de golpe, con un dolor increíble en mi cabeza.

Al echar un ojo a mi habitación todo estaba desordenado.

Las sábanas y mi ropa en el suelo, envoltorios de comida rápida y copas a medio terminar, además de un cigarro partido en el escritorio.

No quería ni saber cómo estaba el resto de la casa.

Me encontraba semi desnudo, con poca movilidad en mis extremidades y varios arañazos en mi espalda.

- ¿Qué coño...?

Mi fiesta fue demasiado lejos al parecer.

La puerta se abrió sin previo aviso y con las pocas fuerzas que me quedaban tapé mi casi desnudez con mi almohada.

- ¡Llama a la puta puerta, Renjun! - Me quejé con la voz ronca.

Él estaba sonrojado y tapó un poco sus ojos mientras hablaba. - V-vamos a desayunar... al final Yeji y Félix se han quedado.

- ¿Y Nayeon?

Iba a cerrar la puerta, pero volvió a hablarme titubeando. - S-se fue con un hombre. Ven ahora, y... vístete.

Cerró y me dejó solo, con el sol ya entrando por la ventana y un olor demasiado bueno para ser cierto que se coló por la puerta cuando abrió.

Me vestí como pude, con unos pantalones de pana y una camiseta vieja porque ni siquiera tenía fuerzas de buscar calzoncillos limpios.

Pasando por el pasillo que llevaba mi cuarto hacia las escaleras vi asqueado cómo había algunos vasos, envoltorios de comida y alguna que otra lata de cerveza por el suelo o los muebles de decoración.

- Menos mal que no vienen hasta el domingo... - Murmuré. - Menos mal...

Al bajar ya vi a todos allí, con grandes ojeras, Yeji con su maquillaje corrido y un desayuno algo mediocre pero seguramente era lo que me habían dejado los invitados al abusar de mi nevera.

- Buenos días. - Saludé, sentándome en una silla para empezar ya ese desayuno que tanta falta me hacía.

- ¡Pero si está aquí nuestro nuevo Nana! - Se burló Yeji. - Ye-eun ya me ha contado que follasteís.

Casi me atraganté con el zumo que estaba bebiendo, que extrañamente me supo a vodka.

- ¡Yeji! - Regañé.

- ¿Es por eso que estabas desnudo? - Susurró RenJun sorprendido.

- ¿Y tú cómo lo sabes?

Yeji sonrió burlesca. - Porque me ha mandado una foto de tus calzoncillos y unos chupetones que tiene en su cuello. - Félix y ella empezaron a reírse. - ¿Por qué no nos dijiste que te gustaba?

Terminé de echar arroz en mi cuenco. - Porque no me gusta.

- Mhm... - Se quedó pensativa. - Ella se piensa que ya está saliendo contigo, o con Jeno.

- ¡¿Con Jeno?! - RenJun casi tiró la mesa al levantarse bruscamente.

- ¡Hey! - Se quejó Félix.

- ¿Por qué precisamente con el gilipollas de mi hermano?

Yeji se lo iba a contar... ¿para qué despreciar saliva?

- Hicieron un trío. - Mordió un poco de pan con mermelada que había entre medias de tanto desayuno coreano.

- No sabía que te gustaban también los chicos, hyung. - Sonrió Félix con calma.