•Capitulo 08

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Una simple, pero aterradora experiencia.


En cuanto el rizado desapareció entre el marco de la puerta, me obligue a permanecer en silencio —o al menos trataba de intentarlo—. Mi garganta ya dolía por el gran esfuerzo que estaba haciendo al mantener los sonidos de mi llanto aprisionados. Lo único que quería hacer era gritar. Lo anhelaba tanto. Pero el chico que dormía a unos metros de mí, había sido muy claro en cuanto a sus "reglas". Y si quería salir de este maldito infierno, debía ser extremadamente cuidadoso.

El resto de la madrugada intente conciliar el sueño, sin embrago, cada vez que cerraba los ojos, la imagen de Cristina siendo torturada hasta la muerte para el entretenimiento de esos monstruos, me invadía la mente llevándose a su paso la oportunidad de tener tranquilidad. Aunque fuera un par de horas.





[......]






La mañana inicio al salir los primeros rayos de sol.

Sabía que ya había amanecido por la fina línea iluminada que se dibujada debajo de la puerta. Debido a las escasas ventanas en el lugar, la luz natural del sol apenas y llegaba a filtrarse dentro del camper.

Mi cuello se notaba demasiado tenso puesto que había "dormido" en una posición sentada. Estaba exhausto. Los ojos me ardían y estaba seguro se hallaban rojos por el cansancio.Afuera se escucha ajetreado. Muchas voces, muchos murmureos.

Observe las laceraciones alrededor de mis muñecas, provocadas por el mecate que las rodeaba. Además de la suciedad en mis ropas. En mis pómulos, podía sentir el abultamiento de mis moretones hinchados. Mis manos con manchones de mi propia sangre y tierra. Mis piernas estaban entumecidas por las horas que habían estado en la misma posición. 

Estiradas y con tobillos atados a una soga que se hallaba amarrada a una pequeña estructura incrustada en la pared del camper.

Me fue imposible no sentir un hueco en el pecho. Unas tremendas ganas por querer llorar, me invadieron. Pero esta vez no por miedo, sino, por rabia. Mi cuerpo ha sido tan sagrado para mí, lo he cuidado y mantenido en forma como para que un idiota psicótico lo mallugara por su puta diversión enfermiza de mierda. Me sentía tan enfermo de estar aquí. Me daba asco este lugar. Me repugnaba, pero también me aterrorizaba. Temía que en algún momento me asesinaran de la misma forma en la que lo hicieron con Cristina... o peor aún.

No soy tonto, se que si no me han matado aun es porque no saben que hacer conmigo. Pero estoy seguro que en cuanto lleguen a un acuerdo, yo también seré un chiste para satisfacer los retorcidos deseos de todo aquel que asista a este "Circo Nocturno" como ellos los llaman. Para mí, no es nada mas que un puto infierno lleno de mentes contaminadas. Lleno de psicópatas inhumanos.

Quise acomodarme, para aminorar el dolor en el que culo que había sido consecuencia de estar tantas horas sentado en el mismo lugar, sin oportunidad alguna de moverme. Pero al hacerlo, un dolor intenso al lateral de mi torso me impidió el seguir moviéndome. Era una opresión tan fuerte la que experimentaba, que el respirar se había vuelto una autentica dificultad. Dalle quizás me rompió una costilla —O varias— pense. 

Tan solo unas cuantas horas habían pasado desde que salí de la cabaña y mi cuerpo ya estaba así de lastimado. Fácilmente podría morir en este instante por los múltiples golpes que ahora adornaban mi complexión. Pensar que hace tan solo unas horas atrás mi vida era completamente normal, me dejo una amargura en la boca.

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⏰ Last updated: Feb 11, 2023 ⏰

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Night Circus ‖ Emiliaco [En pausa]Where stories live. Discover now