Capitulo XI

176 10 0
                                    

Realmente somos lo que creemos ser...

En este momento Emiya no decía nada o mencionaba algo, el solo miraba asia el cielo nuevamente, cuántas veces lo avía hecho ya, ni siquiera sabía por qué lo hacía, el solo quería saber por qué...por qué nuevamente volvía a pesar como humano y tener la misma moral que tuvo antes de ser lo que era ahora...

No se sentía bien pensar en eso mientras veía asia el cielo, su cuerpo y mente le exigían su respuesta, su mente poco a poco le pedía que eligiera si ser un guardián o ser un humano, alegarse de esta vida como guardián o seguir siendo uno...

El sentía que si escogía una de ellas, perdería una parte de si mismo que avía tardado en forjar, poco a poco este perdía su cordura con cada momento que lo pensaba, sentía que su cuerpo era aprisionado por cadenas, lo hace pensar o saber si realmente quería hacer lo que era, pero el ya tenía una respuesta para si mismo en este momento...

La misión y la humanidad que uno tiene no tiene que ser problema para un guardián, recuérdalo Emiya Shirou (Emiya)

Se dijo a si mismo mientras sentía que su cuerpo poco a poco dejaba de temblar o sentirse mal, poco a poco sentía que todas las cadenas que estaban poco a poco restringiendo sus movimientos, fueron rotas por completo a excepción de la que lo unió a Alaya, esa cadena seguía en su cuello...

No le importaba que ella lo llamara perro de guerra, aún que de vez en cuando si por recordarle al estúpido sabueso de Irlanda, pero lo dejaba pasar, no le molestaba que ella misma jugará con su mente o que tomara forma física para molestarlo...

Su arma favorita, su contra guardián único, su espada y juguete preferido, eran uno de los pocos apodos que recordaba de ella, a decir verdad ya ni sabía si sentirse bien o mal o que simplemente se acostumbro a todo eso, pero aún seguía haciendo su trabajo y lo seguirá haciendo claro...

Pero le molestaba cuando ella literalmente abusaba de el, no de forma verbal o física, si no que la maldita descarada tomaba su forma física para empezar por caricias, luego leves roses, así para luego llegar a los acercamiento, todo para que ella empezará primero y lo besara y finalmente lo hiciera de ella, el no sabía si era premio o castigo...

Su forma física le recordaba a la que una vez fue su amada, pero con el tiempo entendió que ella tal vez ya esté con alguien que sea mejor que una maldita espada rota que solo sabe matar, pero liberar tensión con Alaya era algo bueno o eso se hacía creer a si mismo...

Pero solo dejo que su mente se volviera blanca de nuevo, viendo que faltaba poco para dar inicio a el ataque de Majima, este le dio igual ya todo, su trabajo es ser un guardián y entendía el punto de vista de Majima, por lo que no iría a intervenir en lo absoluto más si debía salvarlo de ser necesario...

Ahora mismo solo quería hacer que su cuerpo y mente supiera que el era un guardián y no un humano, ya lo fue y no le gusta, por lo que sin más está se quedó aún donde estaba...

Siendo sinceros el sentía que está vida que ahora tenia le estaba afectado mucho, pero aún así seguía aquí, aún no tenía órdenes de Alaya, lo que le hacían sentir algo incómodo, pero sin más este se levantó de dónde estaba, viendo su ropa, este se quitó su sudario y poco a poco se quitaba su peto...

Todo ello mientras abría su mochila y se ponía una playera algo holgada y tomaba sus cosas para ir a darse un baño, así para salir ya cambiado y aseado, su pelo desordenado cómo lo tenía cuando aún era pelirrojo, sin más fue al cocina para preparar un poco de café mientras esperaba a Michelle, que ella insistió en que debía traer los ingredientes, por lo que no le quedó de otra más que aceptar...

Emiya [Solo Una Oportunidad ]Where stories live. Discover now