𝖶𝗁𝗈 𝗂𝗌 𝗁𝖾? - Miguel Cazares.

014

—— LIZ WILLIAMS.

Mis manos estaban en mi bolsillo y mi caminata era lenta, me encontraba con Monse, si, con ella.

Luego de la pelea ella me buscó personalmente, me pidió que salgamos y hables sobre unas cosas, yo claro que acepté, no había nada más importante que fuera a hacer.

— Siento mucho haberte golpeado con un sartén. — habló ella luego de unos minutos en silencio.

— ¿Qué? — la miré, no sabía de lo que estaba hablando.

— Si, la vez que fuiste a entregar un sobre y alguien te golpeó. Fui yo. — jugó con sus manos y yo sonreí por lo nerviosa que se veía.

— No hay problema, si viera en peligro a mis amigos también haría lo mismo para protegerlos. — me crucé de brazos y seguí caminando.

Platicamos, ella era demasiado agradable, pero sinceramente le tenía envidia, ella era linda, amable, agradable, en ese momento entendí por qué Miguel la había elegido a ella.

Antes de que nuestro recorrido terminara ella se giró hacia mi y me tomó de los hombros, esa acción me confundió.

— Quiero pedirte disculpas de parte de Miguel. — mi sonrisa se borró y mi rostro se puso serio. — El no suele ser así, aún no entiendo como puede tratarte así, hace unos días decía que te extrañaba mucho.

— La gente suele cambiar cuando se entera de la verdad. — me moví incómoda. — Él lo hizo y no lo culpo, también me enojaría.

Ella me abrazó y me sorprendí bastante, hace bastante tiempo que alguien no me abrazaba, hice lo mismo, la abracé y la apreté contra mi, sus abrazos eran cálidos, ella era cálida.

— Gracias. — ella me miró confundida. — Por querer hablar conmigo, ninguno de los chicos lo ha hecho, ni Brady.

Las ganas de llorar se hicieron presente, nombrarlo a él realmente me dolió, pensé que de todos él era el que me iba a apoyar, pensé que me iba a buscar.

— Brady sigue asimilando todo lo que está pasando, creo que sobra decirte que él está de tu lado. — volvimos a caminar, estábamos yendo directo a su casa. — Miguel y él tuvieron problemas hace un tiempo, luego de tu muerte, claro está.

Suspiré y ella me miró, vuelvo a decirlo, ella es muy amable.

— No te preocupes tanto por ellos, me tienes a mi, sé que no es mucho pero algo es algo. — sonrió nerviosa.

— Es mucho, de hecho. — tomé su mano. — Cuida a Miguel, yo no puedo hacerlo así que hazlo por mi.

Ella asintió y nos despedimos, me fui después de que viera como ella entraba a su casa.

Mientras caminaba iba pensando, pensaba todo, ¿Qué hubiera pasado si yo hubiera muerto esa noche? Quería pensar más a fondo que habría hecho, si bien mi plan nunca fue que me apuñalaran y casi morir pero estoy agradecida de que así haya sido, me arriesgaría por ellos una y otra vez si es necesario.