DÍAS CARMESÍS.

CAPÍTULO 0.

Los Elfos son seres totalmente inofensivos viven sus días cuidando de las flores y su pequeña civilización encargada de las cosechas así como sus animales.

Poseen una gran belleza aunque de inteligencia no podemos hablar mucho son demasiado confiados por eso es que un tiempo varios de ellos fueron capturados por los humanos.

Aquéllos que fueron privados de su libertad siendo obligados a seguir reglas a las que no estaban acostumbrados y satisfacer los deseos carnales de esos hombres que no les importaba si eran mujeres o hombres ambos cumplían con su función.

Los que tienen la "bendición" marcada en su vientre son los que pasan a ser usados como "Esposas" y los que no tienen dicha "bendición" son obligados a cumplir con trabajos sin paga alguna así como la prostitución.

Cuando no son necesarios terminan siendo eliminados de una manera tan cruel.

Es por eso que ningún joven elfo tiene derecho a salir hacia el pueblo únicamente los ancianos o algunos que tienen alguna cicatriz en el rostro como en su cuerpo pues esto deja de ser llamativo para las personas que pagan enormes cantidades de monedas de oro para conseguir un ser hermoso y perfecto.

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Minho es un pequeño elfo sin preocupaciones sólo le gusta jugar y recoger todo tipo de flores aunque sus favoritas son las rosas de un rojo intenso.

— Cariño ¿Puedes a buscar más flores?, tu padre y yo tenemos que ir al pueblo a venderlas.

— Mamá ¿Puedo ir con ustedes está vez?, quiero conocer el pueblo.

La madre del pequeño negó de inmediato viendo como éste hacía un pequeño puchero con sus labios.

— a Mamá le encantaría llevarte con papá al pueblo pero sabes que es peligroso.

— ¿Por qué es peligroso?, todos dicen que el pueblo es bonito y hay comida deliciosa.

— Mi dulce niño, los humanos no son buenos.

— Pero el abuelito y mi abuelita se conocieron en el pueblo, ella es humana no es mala.

— Claro pero tu abuelita tuvo que abandonar todo para vivir con nosotros por que su amor no era bien visto por sus padres.

— ¿Es por nuestras orejas, mami?, pero mi abuelita dice que son muy bonitas.

— Lo son, anda ve por las flores deja de perder más el tiempo.

Minho se fue corriendo antes de que su madre lo amenazara con golpearlo con la canasta de frutas, su madre no entendía como su niño era tan inocente e imperativo teme que un futuro alguien lastime su corazón y lo corrompa.

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Wookyung tropezó contra un niño más bajito que él cabellos negros y vestido de rojo además tenía orejas grandes era sabido a que raza pertenecía.

— Ouch mi cabeza.. no mis flores se han caído todas..

Minho trataba de recoger todas las flores al igual que sus frutas sin prestarle atención al niño más alto que él que lo miraba por debajo de sus piernas.

— Lamento haber tirado tus cosas, ¿te encuentras bien?, ¿eres elfo cierto?

— Uh como sabes que soy un elfo mi mami dice que es difícil que nos reconozcan.