CAPÍTULO 5.

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Todos los presentes quedaron sorprendidos Minho había ido hasta el rey por decisión propia por supuesto ésto hirió a Wookyung no esperaba que confiara más en su padre que en él quien fue la primer persona que conoció en el bosque e intento salvarlo.

— Tú realmente eres tan tonto, elegiste tu el peor de los destinos apesar de las advertencias.

— Príncipe Wookyung yo realmente lo siento, no puedo irme cuando se que mis padres estarían decepcionados por no seguir sus deseos, creo en nuestro rey quizás tuviste algunos mal entendidos, es tu padre él no nos lastimaria núnca.

Wookyung se marchó sin decir una sola palabra estaba furioso y sabía que haberse ido sólo se hacía quedar como un hombre celoso de su propio padre.

— Mi carmesi sabía que confiarías en mi, lamento que mi hijo haya intentado meterte cosas en la cabeza sobre mi, sólo está molesto por contraer matrimonio.

— Tengo una petición mi rey, espero pueda cumplirla y dejar en claro su inocencia.

— ¿Cuál es la petición que tienes para mi, cariño?

— Me encantaría que mis padres volvieran, se que siendo usted el rey puede hacerlos volver.

Se quedó en silencio ¿como puede traer devuelta a dos personas que ya no existen más en este mundo?, Minho no debería tener más esas ideas.

— Es algo que no puedo cumplirte, tus padres están muy lejos de aquí les tomaría meses, ¿no crees que sería desconsiderado de tu parte?, pueden enfermar o sufrir alguna emboscada de ladrones.

— Mi Rey no entiendo por qué ahora pone excusas cuando antes dijo que haría cualquier cosa por mí. ¿Usted realmente me dice la verdad?

— Dime Minho ¿estas desconfiando de mis palabras?, recuerda todo lo bueno que he hecho por tí y la sinceridad de mi amor, que más quisiera que tus padres volvieran al reino pero sus deseos fueron no ser molestados por nadie quieren seguir de aventuras en el mundo, ¿les quitaras su privilegio por un capricho tuyo?

— No es ningún capricho mi rey, solamente los extraño y deseo verlos..

— Bien enviaremos cartas de invitación de nuestra boda real, ellos estarán aquí lo prometo.

— Mi rey sabía que usted no me mentía entonces vayamos a escribir esa carta tengo tantas palabras que quiero escriba en ella.

La sonrisa del rey era hipócrita jamás llegarían sólo era una de sus muchas mentiras para tener control sobre Minho.

En el despacho del Rey Minho tan emocionado dictaba cada palabra que quería en la carta uno de los sirvientes del rey escribía sobre el papel blanco todas estas.

"Queridos padres se que han pasado años desde que decidieron recorrer el mundo, quiero invitarlos al gran castillo del reino, me casaré con el rey tal como desearon, el cuida bien de mi y me obsequio un hermoso jardín lleno de flores, un lago y comida deliciosa.

Me encantaría verlos pronto en nuestra boda, tal vez sea raro para ustedes por que no será como en nuestra tradición pero mi rey me ha dado la oportunidad de usar una corona de flores.

También ha dicho que soy capaz de concebir bebés, en un futuro tal vez sean abuelos se que aún soy joven pero cumpliré con mi deber de ser una gran esposa, se que mi matrimonio será el más feliz como el de ustedes, porfavor envíen una pronta respuesta, los ama su querido hijo Byun Minho."

Aquel pobre sirviente se sentía culpable de escribir una carta que sería abandonada en un cofre o tirada al fuego.

— Oh mi rey también quiero enviarle a mi madre esto, son manzanas a ella le encantaban y estas son las más dulces que he guardado.

DÍAS CARMESÍS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora