Risas... y más

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"Wille... mmm... ¡Wille!"

"Shhh, no grites, nos van a escuchar. Malin estará por ahí en el pasillo."

"Cómo pretendes que no diga nada si estás..."

"Shhh. ¿O quieres que pare?"

"Ni se te ocurra parar, te lo prohíbo"

"¿Y qué hay de lo que me dijiste de la castidad antes del matrimonio...?"

"¡A la mierda la castidad, joder!"

No sabían como describir lo que estaban sintiendo, pero se sentían próximos al Cielo. La excitación se mezclaba con el placer y el deseo y todo junto se combinaba y era como un volcán a punto de explotar.

Entonces Simon apartó a Wilhelm de encima y se sentó de rodillas delante de él.

Simon: No creas que vas a ser el único aquí teniendo el control por ser Su Alteza Real el príncipe heredero, ¿sabes?

Wilhelm: Ya veo... así que no solo vas a ser mi sombra con los asuntos reales, sino que también pretendes someterme a tus exigencias conyugales...

Simon: Qué idiota eres, ven aquí.

Y se le echó encima, besándolo por todo el cuerpo. 

Wilhelm: ¿Tú crees que otras jóvenes altezas estarán como nosotros ahora mismo?

Simon: Pues cuando veas a Christian de Dinamarca se lo preguntas.

Los dos rieron.

Simon: Bueno, ¿dónde estábamos? Ah sí, iba a...

Y ahora fue Simon el que hizo que Wilhelm disfrutara de un amplio abanico de sensaciones. Terminaron exhaustos, tumbados desnudos sobre la cama.

Wilhelm: Sabes que te amo, ¿verdad?

Simon: Ya lo sé. Yo también te amo.

Wilhelm: ¡Por fin! ¡Ya era hora de que lo dijeras!

Simon: ¡Shhh, no grites idiota!

Malin tocó a la puerta. "Quería recordarle al príncipe que la cena de bienvenida comienza en cinco minutos". ¿Se había dado cuenta de que Simon estaba allí? Seguramente, pero disimuló un poco.

Wilhelm: Gracias, Malin. Ahora bajo.

Simon no puedo evitar reírse.

Wilhelm: ¡Shhhh!

Simon: Como si no supiera ya que estoy aquí...

Wilhelm: Anda, levántate y vete a casa.

Simon: ¿Y yo no tengo cena?

Wilhelm: La cena la acabas de tener.

Simon: ¡Hablo de comida, bruto!

Otra vez volvieron a reír.

Los dos se sentaron sobre la cama y abrazaron.

Wilhelm: ¿Siempre vamos a estar así?

Simon: ¿Así cómo?

Wilhelm: Así de felices.

Simon: Sí, eso espero.

Wilhelm: Nunca me había sentido así, desde la muerte de Erik. El que no esté aquí todavía me pesa.

Simon: Sabes que yo no soy él, pero aparte de todo lo demás voy a tratar de ser como un hermano para ti.

Wilhelm: Ya lo eres, Simme, lo eres todo. Realmente no sé lo que eres porque no creo que haya una palabra que lo resuma.

Simon: Tú también lo eres todo. 

Wilhelm: ¿Crees que esto sea enfermizo?

Simon: Lo sería si fuese una obsesión dañina. Pero nada lo es si estamos juntos.

Wilhelm: Ni siquiera cuando te...

Simon: Calla, idiota, y vete a cenar.

Y detrás de la puerta Malin dijo. "El señor Eriksson también puede bajar, por supuesto le han reservado un sitio".

Y los dos bajaron. Evitaron mirar a Malin al salir, porque sus caras estaban de todos los colores menos del habitual. 

Al bajar se encontraron a Sara, Felice y Madison.

Felice: ¿Cómo les va a sus Altezas Reales? 

Sara: ¿Estaban demasiado ocupados como para atender a todo Hillerska?

Simon: Muy graciosa, Sara, muy graciosa.

Madison: ¡Sara! Seguramente estaban jugando a videojuegos, habrá que preguntarle a Malin.

Wilhelm no puedo evitar soltar una risa embarazosa.

August se acercó también.

August: Su Alteza Real, permítame comunicarle que ya ha hecho usted más por el pueblo sueco que toda la Familia Real.

Wilhelm le sonrió, realmente estaba encantado de no tener todos los ojos sobre él. Bueno, en realidad casi ninguno. Porque todos eran para Simon. "Ya te lo he dicho, todo el mundo te quiere, pero nadie más que yo", le susurró.

Simon: ¿Qué se supone que he hecho ahora?

August: Nils y Vincent han empezado a saliendo juntos, Stella y Fredrika son novias, tu hermana y el chico de los establos, Markus, están enrollados. Está usted revolucionándoles a todos.

Sara: ¡¿Cómo?!

Madison: No disimules, lo sabe todo Hillerska. De cualquier forma ya nada va a causar el revuelo que causaron Sus Altezas Reales cuando supimos de su relación con el... Perdón, better not to speak about it.

Todos rieron.

August: Henry está mucho más aliviado ahora que Stella lo rechazó y dice que tiene ganas de volver a interesarse por alguien. ¿Madison?

Madison: What? Fuck you, August!

August: Ok, ok, ¿y qué hay de Felice?

Felice: ¿Quieres otra bofetada?

Y volvieron las risas.

Madison: I've always said that. La soledad es la mejor compañera. Hasta que encuentre a un príncipe heredero. Simon, quiero que me presentes a alguno, cuando les conozcas a todos. Creo que me puedo fiar de ti porque haces buenas elecciones.

Felice: Déjame pensar... ¿Christian de Dinamarca?

Wilhelm: Por favor, basta, me sale Christian de Dinamarca por las orejas ya.

Y todo volvieron a ser risas.


La cena de bienvenida estuvo excelente y la directora se mostró muy emocionada y entusiasmada diciendo: "Hoy en Hillerska ofrecemos esta calurosa cena de bienvenida para Su Alteza Real, pero sobre todo para el señor Eriksson, futuro príncipe de Suecia".

Simon le susurró a Wilhelm: "Madre mía, qué vergüenza, realmente ya tengo que acostumbrarme a todo esto, no sé cómo lo voy a hacer"

Wilhelm: Lo harás, porque realmente eres mucho mejor que yo en todas estas cosas.

Acabó la cena, y cuando todos se disponían a irse, Wilhelm le susurró: "¿Te quedas a dormir?"

Simon: ¿Pero qué dices? Y que se entere todo el mundo...

Wilhelm: Pues hacemos una cosa, dejo mi ventana abierta y entras por ahí luego.

Simon: Eres de lo que no hay.

Wilhelm: Y por eso no me vas a decir que no, ¿verdad?

Simon suspiró.

Simon: Nos vemos luego, su idiota majestad.

Wilhelm: Yo también te amo, consorte precioso.


Wilmon - La Fuerza Del Destino | | Young RoyalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora