Lucky

[2]

Un nuevo amigo

Un gran dolor de cabeza y náuseas fue lo que sintió Luzu despues de pasar por aquel portal, los dioses le habían dado una esfera que al romperla lo devolvería al pasado y recalcaron la importancia de que volviera y no muriera, también que si se encontraba con su yo del futuro evitará hacer contacto con él, solo como una precaución.

Así que cuando por fin se sintió algo mejor miro alrededor en busca de su objetivo, un niño de nombre Lucky, era el que escribio la carta, de igual forma Luzu pensaba buscar a alguno de los otros chicos si es que podía, sentía que serían más útiles que un niño el cual parecía apenas saber escribir.

-¿Que rayos..?- Los ojos del castaño temblaron ante la vista que tenía, apenas había identificado el lugar, era el pueblo de Karmaland o mínimo lo que quedaba de el.

Las casas, la feria, el molino, todo estaba abandonado, los escombros se encontraban escondidos por la vegetación que crecía, no había rastro de la gente que alguna vez habito ahí.

El pánico se apoderó del castaño y salió corriendo hacia donde se suponía que estaba la casa de Quackity, no sabía que había pasado en el pueblo pero primero quería confirmar que su patito estuviera bien; se detuvo en seco en cuanto estuvo a unos cuantos metros, no había nada, donde debía estar la casa de Quacks ni siquiera se encontraban escombros, era un prado verde lleno de flores y justo en medio de ese lugar estaba una pequeña figura que se encontraba quieta.

Los pies de Luzu se movieron solos, de manera muy lenta, arrastrando cada paso, parecía que en cualquier momento caería de rodillas, entre más se acercaba podía identificar mejor la silueta, parecía un niño de 8 años, cabello lacio negro y alas con hermosas plumas doradas -¿Quackity?-

El nombre salió por si solo de la boca del castaño haciendo que el pequeño volteara a verlo, ojos rojos como rubis, ese no era Quacks pero tenía que tener alguna relación con él, después de todo tenía demasiadas similitudes.

Los grandes ojos rojos que Luzu podría jurar que los vio brillar lo examinaron de pies a cabeza antes de que el pequeño se alejara unos 3 metros.

-¡Aléjate!- un destello verde apareció en la mano del menor, era una perla de ender, se lo había dado su madre en caso de tener que escapar rápidamente, eso le daría una gran ventaja.

Al percatarse de eso Luzu rápidamente saco una hoja arrugada de su inventario y la mostró al menor, mientras seguía manteniendo su distancia. -¡Soy Luzu! Vine por una misión de los dioses, no te haré nada-

Lo siguiente que sintió Luzu fue como una de sus piernas era abrazada, luego como parte de su pantalón era mojado por ¿Lágrimas? Se encontraba confundido con la situación.

-L-lo sabía... Los dioses aún nos escuchan...- murmuró el infante que parecía un desastre de mocos y lágrimas, aferrado a Luzu como si fuera un milagro viviente, bueno es lo que era aunque el castaño no lo sabía.

Luzu acaricio la cabeza del pequeño y intento calmarlo, no comprendía la situación pero que un niño estuviera solo en un lugar tan desolado no parecía muy bueno.

-Tu debes ser Lucky, vine a ayudar como pediste en tu carta- El desastre que era el niño ahora sonreía, seguía los rastros de mocos y lágrimas pero el mayor podía jurar que vio reflejado a Quackity, se parecían demasido.

-¡Vas a ser nuestro héroe! El tío Vegetta va estar muy orgulloso de mí- Las alitas se sacudieron de emoción, mientras dió un pequeño brinco, el rostro de Luzu solo podía reflejar sorpresa y confusión, entre más hablaba el menor solo le generaba más preguntas.

-¿Podrías guiarme a dónde está tu tío Vegetta?- Necesitaba a un adulto y conocido que pudiera explicar las cosas con calma.

Las alas del menor dejaron de moverse y negó vigorosamente.

-Tengo que quedarme aquí- Se puso algo pensativo y saco una bolita de slime de su inventario. -¡Jueguemos!-

En ese momento Luzu no podía hacer mucho, quizás si se iba a explorar por su cuenta, pero una parte de él no quería dejar al infante solo, aún si parecía que estaría bien, además ¿No era está su misión? Había encontrado a Lucky.

-Claro, juguemos- Sonrió y luego una bola de slime fue lanzada así él.

Pasaron de "atrapa el slime" a las escondidas, luego hicieron coronas de flores que terminaron en la cabeza de unos patitos que encontraron y nadaron en la orilla del mar justo cuando el sol comenzaba a esconderse, si dejabas de lado que este era un pueblo fantasma podrías decir que era una escena maravillosa.

-¡Eso fue muy divertido! Nunca había hecho tantas cosas- Una dulce risita se escapó de los labios del niño, Luzu sentía una gran calma y cariño llenarlo por completo.

La sensación que le causó haber pasado toda la tarde con Lucky no era normal, era una felicidad que solo podía comparar con la que sentía al estar con su Quacks, tal vez era porque se parecían demasido.

-Me alegra que te divertiste- sintió como una de sus manos era tomada.

-Ya que jugamos hoy ¿Somos amigos?- la tierna pregunta hizo que Luzu solo pudiera asentir mientras trataba de no reírse.

Quería estar mucho más tiempo ahí, poder hacer que Lucky siguiera sonriendo, riendo y jugando, que esos ojos rojos brillarán de emoción y que aquellas alas doradas aletearan de felicidad, se sentía tan bien hacer feliz a aquel niño.

¿Así se sentirá tener un hijo?

Bueno por ahora solo eran amigos, ese niño no podría ser su hijo ¿Verdad? Repentinamente ese pensamiento hizo que la mente del castaño se inquietara, estaba en el futuro y ese niño parecía una copia de Quackity.

¿Había tenido un hijo con Quacks? Necesitaba confirmarlo, pero no podía simplemente preguntarle al menor.

¡Que lindos son los dos!

La verdad me hubiera gustado desarrollar más sus interacciones en los juegos pero mi imaginación no da para mucho mas ಥ⁠‿⁠ಥ

Lucky es amor, Lucky es paz, Lucky es todo lo que está bien en el mundo ♡

Espero que les haya gustado.