𝐌𝐨𝐧𝐬𝐭𝐞𝐫 𝐚𝐭 𝐍𝐢𝐠𝐡𝐭

𝐫𝐮𝐧 𝐚𝐰𝐚𝐲

OO. Huye, no mires atrás, no importa lo que escuches, no te detengas

Existe un día, uno solo en todo el año en el cual apenas la oscuridad envuelve por completo las ciudades o pueblos, la hora de caos y caza comienzan, la gente en tiempos pasados se mantenía ingenua disfrutando de las horas nocturnas en ese dichoso día, ignorando el peligro en el que se ponían.

Un grupo de muchachos con cervezas en manos ríen mientras que le chiflan a dos muchachas que aceleran su paso, se dan empujones y golpes amistosos entre sí, las luces de la calle parpadean pero están acostumbrados a ello, justo cuando pasan a un lado de un callejón, uno de los muchachos se detiene y mira atentamente dentro, entrecierra los ojos conforme ladea lentamente el rostro, pues no está seguro si el efecto del alcohol le hace ver dos orbes rubís brillantes destacando en aquella espesa oscuridad.

No tiene ni tiempo de llamar a sus amigos, cuando aquellos orbes rubí se mueven en un parpadeo y del callejón emerge un ser gigantesco envuelto en sombras con filosos colmillos, un grito desgarrador se hace presente y la lata de cerveza rueda hacía la calle.

Los otros muchachos se detienen y el alcohol abandona sus sistemas ante lo que están presenciando, ninguno puede moverse o decir algo, hasta que caen al suelo ante el rugido de aquel ser que se lanza a atraparles.

Y mientras que aquella masacre se da, encima de un edificio tres encapuchados observan como si no tuviesen la intención de hacer algo, no hasta que escuchan un llanto de arrepentimiento junto a un pedido de auxilio a un salvador poderoso, es allí cuando se ponen en movimiento. El más alto desenfunda una larga espada plateada que refleja el brillo de la Luna llena, otro simplemente truena sus extremidades y el ultimo sonríe en grande dejando a la vista dos largos colmillos.

Dos muchachos aún están intactos físicamente pero creen que hasta este día han llegado, pero justo cuando aquel ser esta por lanzárseles encima para terminar con su tormento, un encapuchado aparece y le otorga una patada en el costado izquierdo mandándolo contra la pared de uno de los edificios, el ser gruñe y con rapidez se pone en pie listo para pelear, pero antes de moverse otro encapuchado cae de encima del edificio y en un giro perfecto le hace un gran corte en la espalda.

Por un momento creían que todo llegaría hasta allí, hasta que el ser es derribado contra el frío piso y el nuevo encapuchado muestra sus largos colmillos y le da una gran mordida en el cuello, rompiendo este mismo en el proceso haciendo que manchas espesas ensucien el suelo.

Los dos sobrevivientes corren sin mirar atrás, ignorando los siseos y el claro sonido de la carne siendo masticada, es ahora que comprenden aquella advertencia que desde hace años existía más todos ignoraban: no salir el 31 de Octubre por las noches.