Capítulo 11

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Alerta, escenas de maltrato y mención a abuso... Leer bajo propia responsabilidad.

Frente a todos se mostró la imagen de un pequeño Harry, de unos 5 años aproximadamente, estaba sobre una silla cocinando, específicamente haciendo unos huevos con tocino. Pequeño y Flacucho, con muchas posibilidades de terminar quemado, el aceite salpicaba por todas partes, sin embargo, el pequeño no daba señales de que algo le dolía o ardía.

Cuando terminó de servir el desayuno, fue obligado a quedarse parado en una esquina, observando a los Dursley comer todo el banquete que había hecho, esperando si le daban alguna sobra, llevaba varios días con un poco de pan duro y tenía hambre, por su notable delgadez era muy común que las comidas fueran tan pocas o nulas.

— Qué esperas muchacho, hoy vienen mis amigas del club, ve a preparar el té y algunos bocadillos — Habló tía Petunia, otro día sin comer. Solo era un pequeño niño, entonces no pudo acallar sus pensamientos por completo.

— Tía, tengo hambre — La infantil voz de aquel inocente, resonó en el lugar; sin embargo, no le dieron comida, lo que recibió fue una paliza, con dificultad por el dolor en sus piernas y brazos cocinó para su tía y amigas. El pequeño cuerpo rodeado de moretones y marcas de unas manos grandes y regordetas.

Ese día no tuvo que hacer más tareas, así que se dirigió a su armario para poder dormir un rato y evitar el hambre.

— Te lo dije, la peor clase de Muggles — La profesora McGonagall habló hecha una furia, yo sentí la mano de Malfoy dándome ánimos, cuando quería podía ser un amor. Vi los ojos de los demás, cada uno lleno de muchas emociones, dolor, tristeza e ira, algunos tenían lagrimas bajando por su rostro.

Era la peor parte de mi vida, pero ellos debían saber, más si les pedía que me dejaran morir, decidí mostrarles toda la historia para que entendieran mi punto, en cierto punto, eran mi familia y debían dejarme ir, ya no tenía muchas cosas por las cuales quedarme, por eso mismo no busqué ayuda con la reposición de sangre.

Ahora se veía un Harry de 8 años más o menos, siendo brutalmente golpeado, pero eso no quedó allí, el hombre corpulento estaba enviciado dándole puñetazos por todo su cuerpo; lo peor inicio cuando tomó un cuchillo y empezó a dejar marcas por toda la espalda de Harry, al terminar de cortar se podía leer "De Vernon". Como pudo el pequeño se puso de pie, limpió la sangre que estaba en el suelo y amarró una de sus grandes camisas, evitando desangrarse, al menos los cortes no eran profundos, sin embargo a la mañana siguiente, al verse en el espejo notó que estaba cicatrizada, con marcas blancas se leía esa temible frase. Su Magia lo había curado, aunque para ese momento solo pensó que era algún milagro.

— Harry — La señora Weasley lo dijo totalmente horrorizada.

— Poderoso desde niño, Potty — Sabía que solo quería alegrarme, era lo que necesitaba, nada de lastima. Entonces sonreí de medio lado, al final dejé de luchar, me iba a apoyar en su pecho, pero Snape le dijo que se moviera, ahí se fue el descanso de mi espalda. Lo que no esperaba es que me atrajera a un abrazo, sentí su aliento en mi oreja.

— De eso trataba la pesadilla, lo lamento, debí traer muchos recuerdos con mi comportamiento — Solo negué, pero disfruté de estar apoyado en su fuerte pecho. Me sentía protegido. No podía negarle la realidad, claramente mis recuerdos se hicieron más vividos gracias al hecho de dormir en un armario, pero eran pesadillas que llevaban un largo verano persiguiéndome.

— Monstruo, ten la lista de hoy, cuando lleguemos queremos todo listo, sino... —

No tuvo que agregar nada, el Harry de la imagen ya estaba temblando, desde que regresó de Hogwarts todo había empeorado, su tío ya no solo lo golpeaba sino que tomó un nuevo gusto por la hebilla del cinturón y los cortes, ni hablar de la nueva reja en su habitación, cuando las cosas iban mal, es decir, cuando le contestaba y buscaba defenderse terminaba encadenado a estas rejas, la ventana abierta y el con un pequeño camisón que le dejaban usar, de resto pasaba frio hasta que le soltaran.

ResignaciónWhere stories live. Discover now