Prólogo.

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—Bienvenidos a su internado rotatorio, o mejor dicho al infierno de la medicina.
Para sobrevivir en este infierno deben de aprender unas sencillas reglas:
1- Sólo responda lo que se le pregunta.
2-Si la pregunta no fue a usted, aunque se la sepa mejor quédese callado.
3-Si dijo "No sé" una vez no se atreva a volver a decirlo de nuevo frente a la misma pregunta.
4-Sea humilde y aprenda que está en el eslabón más bajo de la cadena.
5-Estudie todos los días y
6-No se deje llevar de los residentes. El tormento durará unos meses pero les aseguro jóvenes—Dijo el Dr. Carallo—Valdrá toda la pena, es cuanto por mi parte, ahora vayan y pongan el nombre de TESA en lo alto.

Y las palabras que deberían de ser motivacionales sirvieron para aumentar más el pánico de los jóvenes que, si bien ya sabían que el internado no era cosa sencilla, el que el propio director de la carrera de medicina en la facultad se los reafirmara como si no fuera un problema los dejaba escandalizados.
Era una nueva etapa, algunos estaban asustados y otros un poco más emocionados, lo cierto es que lo que nadie podía negar era el hecho que la mayoría estaban más atentos al uniforme blanco, la plaquita y los zapatos.
El traje era esencial para la foto del primer día, aún si lo odiaran más que nada días después, pero aquel momento debía ser perfecto, con fotos bien tomadas para presumirle a todos los que nunca creyeron en ellos que estaban más cerca del sueño de ser médicos.

Vila Guerrero era parte del grupo, media poco más de un metro y medio y poseía pelo largo, sus rasgos eran parecidos a las personas de la India y era algo que muchos notaban. Subestimada por si misma y escandalizada por todos era poseedora de un carácter extraño, la razón de estudiar medicina vino más influenciada por sus dos hermanos mayores los cuales estaban recién graduados de médicos, pero la razón más lógica ni ella la conocía, quizás como la mayoría sencillamente estaba algo loca o mejor dicho "engañada".
"Empezar la medicina por gusto y terminar por vergüenza", era el lema de muchos y ella se incluía.
Quería ser buen médico, añoraba tratar bien a los pacientes, sin embargo al igual que muchos descubrió que no era como lo mostraban las famosas series, en realidad estudiar medicina era más parecido a vivir despierto, comer lo que aparezca y no tener nada de tiempo. ¿Y qué importaba? Después de todo ni siquiera era un ser muy social, aún así deseaba tener tiempo aunque sea para perderlo.

El lunes 26 de octubre a las 6:00 Am se despertó reafirmando que si algo tiene que ocurrir, entonces que ocurra. Con la ansiedad a todo volumen, el corazón apretado en las manos y dispuesta a terminar lo que empezó afrontaría lo que sea.
No importa lo que te digan o te hagan Vila—Se decía para si misma— Respira profundo porque esto también pasará.

¿Cómo enamorar a un mujeriego?Where stories live. Discover now