In This Life [NingXian]

4. Remedios para el enfermo

Las últimas semanas del invierno estaban siendo más frías que de costumbre. Sólo les quedaba el último semestre en la escuela y habían pasado sus exámenes para la universidad sin problemas, por lo que se estaban tomando un pequeño y muy merecido descanso.

Wen Ning le dió un sorbo a su humeante capuccino de caramelo y miró a su novio. Wei WuXian parecía ser inmune al frío a veces. No sólo estaba tomando un frappe cubierto de crema batida y chispas; además iba vestido únicamente con una sudadera delgada y una playera de manga corta (al contrario de Wen Ning, que iba enfundado en una chamarra, con guantes y bufanda).

—¿En serio no tienes frío? —Wen Ning sabía la respuesta, pero preguntó igual. A estas alturas de su convivencia se había convertido casi en un ritual. En cada invierno, en cada temporada fría en que Wei Ying salía con ellos llevando únicamente una playera y bermudas.

Wei WuXian negó con la cabeza y le dio un gran trago a su frappe, como para probar su punto. Casi al instante lanzó la cabeza hacia atrás y presionó la mano contra su frente.

—Āiyō frío cerebral...

Wen Ning le dio un apresurado bocado al pastel entre ellos, en un intento de ahogar su risa. Pero no fue de mucha ayuda y de todas formas se le escapó una risita sofocada. Wei WuXian abrió un ojo y le dirigió una mirada llena de fingido reproche.

—...pobre de mí, tengo un novio tan cruel. A-Ning, ¿cómo puedes reírte de mi sufrimiento?

—El frío cerebral es gracioso cuando... um, cuando no lo tienes tú —tarareó Wen Ning. Tomó la galleta de barquillo que tenía junto a su taza y se la ofreció a Wei Ying— ¿Un ofrecimiento de paz?

—Lo acepto con reticencia —respondió Wei WuXian, dándole un mordisco a la galleta—, pero creo que merezco una compensación.

Wen Ning rió de nuevo, incluso ahora y después de todo el tiempo que llevaban de conocerse, le sorprendía lo fácil que era reír cuando Wei Ying estaba cerca.

—Suena como algo adecuado, ¿qué-qué debo hacer?

Wei WuXian lo pensó un momento, revolviendo su frappe con lo que le quedaba de la galleta.

—Ya pensaré en algo —Wei WuXian hizo un mohín y lo señaló con su galleta— A-Ning, me estas dando un cheque en blanco ¿De acuerdo?

Wen Ning asintió. Un cheque en blanco estaba bien si era Wei WuXian quien lo tenía.

Los minutos se convirtieron en horas mientras hablaban. En unos meses más por fin irían a la universidad, pero la escuela que eligieron se encontraba en otro distrito. Jiang Cheng les había propuesto pagar un lugar cercano entre los tres en lugar de quedarse en los dormitorios. La idea no sonaba nada mal, Wei WuXian sabía que sus padres aceptarían, así que técnicamente solo restaba convencer a la hermana de Wen Ning. Mientras armaban sus planes la tarde pasó. Afuera comenzaba a oscurecer así que recogieron sus cosas y se prepararon para volver a sus respectivas casas.

Cuando salieron Wen Ning se encogió sobre sí mismo al sentir el abrupto cambio de temperatura. Olfateó un poco y cerró su chamarra.

—Debí traer una sombrilla —mencionó Wen Ning, mirando hacia arriba—. La abuela me escribió para decirme que iba a llover.

—¿Llover? —Wei WuXian levantó la mirada hacia el cielo despejado. Sacó su teléfono, buscó algo y se le mostró la pantalla a Wen Ning—. No quiero contradecir a tu abuela, pero la cosa del clima dice que no lloverá.

Wen Ning sólo se encogió de hombros.

—No lo sé, ella suele acertar en estas cosas, pero salí tan de.. eh, tan deprisa en la mañana que me olvidé.