20. Espías. Parte: I

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«Me desperté de golpe porque escuché un ruido proveniente del pasillo del edificio. Eché un vistazo y mi departamento estaba completamente vacío, no había ningún mueble ni mis pertenencias y en el lugar yacía un silencio exasperante.

De nuevo, el ruido que escuché hace unos instantes se hizo presente, pero está vez con más intensidad. Mi corazón se aceleró a cien latidos por minuto y tragué la gran cantidad de saliva que estaba obstruyendo mi garganta.

Caminé hasta la puerta de entrada de mi casa y abrí la puerta muy sigilosamente. Todo mi ser se alteró al darse cuenta que el pasillo de mi apartamento también estaba completamente vacío.

El ruido se hizo presente de nuevo y pude escuchar con mayor claridad de dónde provenía; del elevador . Me dirije con mucho cuidado hasta el final del pasillo donde estaba el elevador y pude notar que sí estaba funcionando.

El ruido se escuchó una vez más y no pude evitar acercar mi mano hasta el botón del ascensor para abrirlo. La pantalla se quedó en rojo durante unos segundos y finalmente el Ding de la campanita se hizo presente. El elevador se abrió y mis ojos se abrieron exageradamente cuando pude notar quien estaba dentro: Mi padre sosteniendo un arma con su mano derecha, apuntando mi frente y detrás de él, los cuerpos de Madie, Lawson, mi madre, Jamie y otros más que no pude identificar por la gran cantidad de sangre que los cubría apilados uno encima de otro en ese orden .

Él me hizo retroceder un paso con su arma apuntándome y ladeó un poco su cabeza, esbozó una media sonrisa y el mismo ruido de disparo que escuché hace unos instantes me derribó sin más . »

Desperté de golpe, jadeando y sudado por el horrible sueño que tuve, toqué mis sábanas y divisé todo a mi alrededor para cerciorarme de que ya no estaba soñando y ésta vez sí había vuelto a la realidad.

Me senté en el borde de la cama y jalé mi cabello, soltando al mismo tiempo un grito de frustración.

Tenía meses sin sentir esta sensación de ahogo y persecución, habían aminorado un poco con ayuda de Discott, pero con todo ésto me vi en la necesidad de pausar mis terapias para dedicarme a encontrar respuestas.

Por otra parte, se que Discott debe pensar que es una locura tener de aliado a Lawson, quien es un asesino de primera y un embustero profesional, pero hay una parte de mí que me dice que debo confiar en él.

Mi teléfono sonó y como si estuviese invocándolo, el nombre de Lawson apareció en la pantalla.

-Si dime. -Contesté.

-Blaise ¿Estás ocupado? Debemos hablar. -Inquirió Lawson al otro lado de la línea a quien se le escuchaba muy agitado. -Estoy a unas cuadras de tu casa. Voy para allá.

-Está bien. Te espero. -Respondí sin más.

Me levanté de la cama y asee un poco mi cara para despejar mi mente.

Hoy es uno de esos días en los que me despierto con una mala sensación y con el presentimiento de que algo terrible va a suceder.

Desgraciadamente, mi intuición es algo así como un campo premonitorio que siempre tiene la razón, así que no me queda de otra mas que aceptar que éste día irá mal. Empezando porque recibí una llamada de Lawson a las putas siete de la mañana "¿Quién mierdas se despierta a esa hora un domingo? "

El timbre sonó y me incorporé rápidamente para abrirle a Lawson, quién cargaba consigo unas mochilas rosas con estampados de unicornio y una gorra estilo militar en su cabeza, un estilo "Demasiado rudo para un mega asesino" .

SIN ELECCIÓN© ▶️Where stories live. Discover now