Prólogo: Un gran cambio

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*****

-Bien, lo preparativos ya están listos...

Habían salido victoriosos en sus batallas contra Leviatan y Behemoth.

-No estoy segura de esto...

Zeus y Hera familia estaban alistando todo para ir a por la última misión pendiente.

El Dragón Negro de un solo ojo

A pesar de que tuvieron algunas pérdidas en los enfrentamientos anteriores, y que no estaban en su 100 por ciento, querían seguir batallando.

<Emperatriz>, capitana de Hera familia, junto a Maxim, capitán de Zeus familia, estaban seguros de sus victorias.

Alfia a pesar de tener su enfermedad, estaba en su pico máximo de poder, y podía dar una última batalla antes de debilitarse más.

Zald poseía la carne de <Behemoth> la cual podría darle gran poder al combinarla con sus habilidad y magia.

Todos estaban muy seguros de sí mismos.

Pero un día antes del asalto al escondite del Dragón, una noticia impacto a toda Hera familia.

- ¡Meteria-sama está embarazada! - Fue lo que anunció de manera agitada una enfermera de la Familia Hera.

El enunciado resonó en un repetitivo eco que recorría cada rincón de la habitación de la deidad.

Junto a ella, estaba alguien que la enfermera hubiese deseado que no estuviera ahí.

Alfia miró con ojos aturdidos en su dirección, luego su aturdimiento paso a una mirada completamente fría...

Ella tembló al sentir su mirada, y tembló aún más, cuando vio a la diosa de la familia poner una mirada similar a la de <Silencio>.

-Explicate ahora mismo - Exigió la mujer de pelo plateado con una voz gélida.

- G-geeeee! - Chilló la enfermera aterrorizada, no sabía cómo seguir dando la noticia.

El elegante y gran cuarto se quedó en silencio durante unos segundos que parecían eternos.

Las miradas de Hera y Alfia se hacían cada vez más duras exigiendo respuestas, a punto de ir hacia el cuarto de Meteria.

Y la enfermera, con toda su voluntad, habló con voz temblorosa.

- E-es así c-como lo oyen, Meteria-sama esta embarazada de un niño. No sabemos aún quien es el padre.

-.....

Otra vez, todo se sumió en completo silencio. Un silencio que parecía que en cualquier momento deboraria la habitación en un agujero negro.

Decir que la diosa y dependiente estaban sorprendidas quedaría muy corto para expresar lo que sentían. Su sorpresa era inefable.

-¡!

La enfermera sintió un roce que pasó extremadamente rápido a su lado. Cerró sus ojos por reflejo al sentir el viento.

Al abrir sus ojos, miró en dirección de donde estaban ubicadas antes Hera y Alfia en la habitación.

Ya no estaban ahí.

*****

-Meteria! - Gritó Alfia abriendo la puerta de la habitación de su hermana.

Llegaba a su lado Hera, casi igual de preocupada que ella.

-Alfia, hermana - La mencionó con una sonrisa - Y Hera-sama, me alegra mucho verlas aquí.

Al verla con tan radiante sonrisa, se quedaron paradas unos segundos en la puerta de la habitación, apreciando su belleza.

Pero agitaron sus cabezas rápidamente y despejaron sus distracciones.

-Meteria, es cierto que estas embarazada?! - Dijeron al unísono mientras se acercaban rápidamente a inspeccionarla.

Después de calmarse un poco, se sentaron al lado de la recostada Meteria, que reposaba mayormente en su cama.

Ambas, hermana y diosa, miraron a la mujer, esperando una respuesta.

-Si, es cierto. Estoy muy feliz, de verdad, no se como expresar lo que siento ahora mismo - Declaró Meteria, con la más pura de las sonrisas jamás antes vistas, y una felicidad que representaba la palabra misma.

Alfia y Hera después de escuchar eso no hicieron absolutamente nada durante los próximos 15 segundos.

Definitivamente tal bomba de información hizo un cortocircuito en sus cerebros.

Y cuando por fin pudieron procesarlo...

-¡¿EEEEHHH?!

Un grito resonó en toda la sede de la familia Hera, algo que alertó a todas las miembros de la familia. Todas sin excepción alguna, fueron al origen del ruido.

La habitación de Meteria

Esto sería el comienzo de un radical cambio en una historia ya escrita

Continuará

Palabras 640 aprox.

Efectivamente, nuevo Fic

"¿Por qué?"

Yo: ¿Por qué no?

Sueño tranquilo en un lugar lejanoWhere stories live. Discover now