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Luego de largas semanas de trabajo y nuevos proyectos jennie y rosé por fin pueden tener su merecido descanso, por lo cual rosé decidió ir a visitar a su familia. Jennie estuvo de acuerdo con aquella idea, pero el hecho de estar lejos de la persona que amaba la fue desesperando en el sentido sexual.

Estaba necesitada, necesitaba que su novia lo tocara y la follara, necesitaba sentirla pero la obvia distancia que las separaban era un gran oponente. Pero no dejaria que aquello la afectara.

Luego de haberlo pensado bien decidió que iba a arriesgarse a molestar a su rosie para calentarla.

Se encontraba acostada, sin prenda alguna, sobre su cama, dejando que su hermoso cuerpo estuviera al aire. Relamió sus labios, analizando si la idea que había estado por su mente todo el día era buena, pero volvió a confirmar que sería lo mejor.

Tomó su teléfono para abrir la cámara, comenzando a sacar fotos de su desnudo cuerpo. Intentó en diferentes poses, dejando ver en ellas su marcado trasero y sus perfectos pechos.

Estaba segura que a su rosie le encantaría.

Llegó el momento de descartar y quedarse con las mejores fotografias, siendo al final 5 las que le parecieron perfectas. Con algo de nerviosismo abrió el chat comenzando a enviarlas una por una, con pequeños mensajes de "Te extraño demasiado, mi amor" "Espero que vuelvas pronto... Te necesito".

A los segundos rosé ve aquellas fotos, teniendo una erección luego de ver aquellas fotos que su hermosa novia le había dejado en su chat. No dudó ni un segundo en comenzar una videollamada con jennie, quien la contestó enseguida.

-Mira nada más -Fue lo primero que jen escuchó, dejando ver la imagen de rosé con ceño fruncido mientras relamia los grueso y apetecibles labios que tenía. -Mi pequeña zorra enviándome fotos desnuda, necesitada totalmente por mi pene ¿No es así, jennie?

jennie se sintió humillada por aquellas palabras, le calentaba mucho cuando rosé le hablaba así, pero no hizo nada más que asentir, dejando ver a su menor completamente victoriosa por el efecto que causaba en ella. Maldita sea pensó, aún cuando kilómetros las distanciaba seguía calentándola y lo lograba humillar e inducir en la sumisión.

–Vamos, cariño, déjame ver tu hermoso cuerpo, déjame ver como te tocas... Hazlo para mí– La voz de rosé era ronca, pero logró lo que quería. La cámara enfocó inmediatamente el cuerpo de la mayor, viendo como su mano pasaba por su cuerpo con lentitud, rozando sus pezones, haciéndole gemir.

Rosé no desaprovechó el momento y bajó sus shorts junto a su ropa interior, dejando al aire su creciente y dolorosa erección, la cuál comenzó a tocar y masturbar rápidamente. A este paso jennie hacía lo mismo, sin antes haber puesto su teléfono en la mesita de noche de la habitación. Tenía una vista perfecta.

Sus dedos comenzaron a entrar en su interior, moviéndose con rapidez, llegando lo más profundo posible.

–¿Tus dedos no son suficientes, bebé? –Rosé vuelve a hablar, escuchando un gemido de parte de jennie, dándole a entender que estaba en lo correcto. Carajo, realmente esa mujer la excitaba. –Busca ese lindo consolador con vibrador que tienes, quiero verte saltar sobre él, úsalo para reemplazar mi pene por esta noche.

En seguida la mayor acata sus órdenes, yendo en búsqueda del juguete para volver con ella, volviendo a posicionarse sobre la cama, el vibrador parado sobre esta, encendiéndolo para que comenzara a vibrar en su última velocidad. Con cuidado comenzó introducirlo en su mojado y apretado coño, bajando sus caderas lentamente. La vibración del aparato y su longitud la hizo gemir de forma aguda, así como también hizo que su cuerpo se estremeciera.

Rosé estaba completamente fascinada con la imagen que el teléfono le mostraba, su hermosa novia saltando sobre el pene de goma, gimiendo con desesperación su nombre mientras se masturbaba con rapidez, estimulando su glande una y otra vez. Los movimientos de la mano de rosé aumentaron, haciéndola gruñir grave ante la excitación del momento. –Que rica estás jennie, me encanta verte así.

El audio de ambos celulares solo dejaban escuchar los gemidos y gruñidos de ambas mujeres imaginando que se tenían cerca, que estaban teniendo una de sus mejores cogidas. Imaginando que jennie estaba saltando sobre su pene sin pudor alguno, gimiendo como la perra desesperada y necesitada que era.

Los minutos pasaron hasta que ambas sintieron su respectivo cosquilleo en su vientre. –rosie, estoy cerca –Gimiendo el nombre de su contraria.

–Corréte, quiero verte. –Dijo rosé tirando su cabeza hacia atrás, mientras jennie no aguanto más y libero su deseado orgasmo, caía sobre la cama, claramente cansada. –Ah, mierda jennie. –Soltó rosé de sus labios con algunas maldiciones más.

Jennie retiró el juguete de su interior, apagando este antes de volver a tomar el celular con las pocas fuerzas que le quedaban. Estaba satisfecha.

Ambas se sonrieron, intentando calmar sus aceleradas respiraciones. Ambas estaban hechas unos jodidos desastres, pero no iban a negar que esa se volvió una de sus mejores experiencias teniendo sexo. Quién hubiera dicho que tener sexo por videollamada era casi tan bueno como hacerlo en la misma habitación.

–Ve a dormir, mi linda bebé. –Rosé mencionó con su dulce voz, haciendo que las mejillas de jen se tiñeran aún más de rojo de lo que ya estaban a causa de lo que había pasado –Ya es tarde, mereces descansar... Fuiste una buena chica.

Las dos se despidieron antes de cortar la videollamada, jen cayendo finalmente entre los brazos de morfeo mientras rosé arreglaba su ropa, tirándose sobre la cama, sintiendo sus ojos pesar.

Definitivamente debían repetir ésto en un futuro.

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Hola, es la primera vez que escribo algo aquí y me da por publicarlo, así que si tengo algún o varios errores les pido una disculpota, igualmente espero les haya gustado. ❣️

Videocall sex | Chaennie Where stories live. Discover now