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「 ¿ᴇʀᴇs ʀᴇᴀʟ ᴏ ᴜɴᴀ ᴍɪᴇʀᴛᴇʀᴀ ᴀʟᴜᴄɪɴᴀᴄɪᴏ́ɴ? 」


La soledad infinita es lo que me rodea, estoy en medio de la nada y un vacío enorme ocupa en mi pecho. ¿Será la culpabilidad por haber abandonado a mi familia a su suerte? La probabilidad de regresar a casa es muy débil ahora que he conocido a Thomas, no quiere decir que no lo intentaré, claro está. Sin embargo..., no me imagino matándole, no creo verme capaz.

Trato de andar en aquel sin fin eterno, buscando algo que me quite aquella loca idea de la cabeza; es de pronto cuando al frente de mi comienzo a ver imágenes nítidas de mi familia, que siento que la culpa desaparece. Distingo con claridad una versión de mi mismo mucho mas joven, y estoy cargando a mi pequeña Lucy. Está sobre mis hombros, riendo como lo haría una niña de cuatro años, y nuestro padre nos persigue con una sábana blanca encima. Aquello me saca una ligera sonrisa, recordando con una cálida añoranza tan bonitos recuerdos. Eso sucedió antes de que nos golpeará la crisis económica. En aquella época subieron los impuestos el triple, y fue un invierno muy duro. Por suerte, contamos con la ayuda de la familia Khan para salir adelante, otra de las muchas razones por las que mi gratitud con ellos sería eterna.

Ahora, en aquellas imágenes coloridas, aparece la primera vez que conocí a Minho; su rostro aniñado me trajo recuerdos antiguos y hermosos, y observé como compartíamos risas tras la visita de un Haymitch más joven. Ese mentor... siempre será realmente un misterio para mí, porque nunca podré entender sus pensamientos y mucho menos sus misteriosos objetivos, lo único que tengo claro es que me apoya, y por cual sea la razón, sé que no me abandonará.

Veo a mi madre llorar en mis brazos el día de mi elección como tributo en la cosecha, y sostengo mi corazón en un puño. Duele ver cómo se rompe..., y cómo mi hermana comparte su misma tristeza. ¿Seré capaz de verlas de nuevo? ¿Me brindarán la oportunidad de sentirlas conmigo una vez más? Me niego a soltar lágrimas, y con un movimiento de manos, desvanezco las tristes memorias.

Me doy la vuelta, dispuesto a averiguar que puede ofrecerme esta visión, ver en donde puedo encontrar lo que busco y que me ayudará a salir de este lugar. Es cuando miró a mi alrededor, que veo que estoy en los Juegos; parece tan real que siento un escalofrío en las venas. Miró a mi entorno, y descubro que sigo en las plaquetas del primer día y que la cuenta atrás comienza. No obstante, solo un número se repite varias veces, el 3. ¿Será eso lo que busco?

Encuentro la expresión aterrorizada de Brenda, aquella que recuerdo con nitidez, y veo cómo salta de la plataforma antes de tiempo. El miedo crece y grito su nombre, mientras la veo explotar en mil pedazos. Parece tan real que las lágrimas no pueden evitar saltar de mi interior, y solo su sangre y partes de su cuerpo (esparcidas por todas partes), es lo único que queda de su hermosa figura y de su cálida sonrisa. Los de mi alrededor se ríen, se burlan de lo tonta que ha sido, y esperan a que el número tres llegue a su fin. Cuando escucho el tradicional pitido de comienzo, y al ver cómo los demás tributos saltan al vacío, lo hago de la misma forma.

No obstante, en esta ocasión no encuentro las mismas fuerzas que la primera vez. Siento que lo hago más que nada por no perseguir el destino de Brenda. Sus últimas palabras me rondan en la cabeza, mientras trato de encontrar un orden en el vacío que me espera, porque esta vez no caigo en las limpias aguas de los Juegos, si no que caigo en un campo abierto, en el aire, como si me hubiera tirado desde un aerodeslizador del Capitolio, o algo por el estilo. Trato de distinguir a cuánta altura estoy, pero es imposible con el aire que me da de lleno en el rostro, me perturba y es una gran molestia.

𝐓𝐇𝐄 𝐇𝐔𝐍𝐆𝐄𝐑 𝐆𝐀𝐌𝐄𝐒, Newtmas ( au ) [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora