Capítulo 16:El almuerzo [parte 1]

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Mis ganas de salir y socializar eran inexistentes, simplemente no existían.

Era sábado y tenía el maldito almuerzo, al cual no me pude negar. Bueno en realidad me podría haber negado a la invitación, pero me costaba decirle que no a las personas.

Catalina, mi terapeuta. Parecía buena persona, pero se que en cierto punto de aquella sesión, pudo intuir algo y no podía dejar que nadie más salga lastimado por culpa de Charli.

Priel fue un error. Un error que no debió suceder y un error que jamás volveré a cometer.

Para evitarlo durante el resto de la semana, luego de aquella discusión. Lo que hacía era, que cuando salía por las mañanas de mi casa, fingía que iba a la universidad, pero no lo hacía, no podía arriesgarme a que me viera y presionara para hablar.

El evitar a Charli era otro de mis problemas, no me había tocado un cabello desde aquella vez, pero nada me aseguraba el tiempo que se mantendría calmado. Por suerte esta semana parecía volver a cumplir con sus horarios en la oficina y me había armado un cronograma, con la intención de poder evitarlo.

Siempre supe que lo que Charli me hacía,  jamás sería culpa mía, pero no podía evita estar decepcionada conmigo misma.

Con el pasar de los años fui odiando pequeñas cosas de mi, comenzó con mi cuerpo, el verme al espejo era algo casi tortuoso.

También sentía que si salía y lo exponía frente a la sociedad, no me creerían. Había leído y visto tantos testimonios de violencia, de cualquier tipo y la forma en la que las personas juzgaban, dudaban de ti.

Preferiría creerle siempre a la víctima, antes que dudar de ella. Luego si la justicia demostraba lo contrario, sería otro asunto. Pero confiaría en la víctima, hasta el último momento, porque son personas que ya pasaron demasiado, como para que luego vengan otros y no te crean.

Pero en este mundo podrido, a la gente le costaría creer que un padre hace semejante atrocidad con su hija.

Charli siempre sería mi espina, este o no ahí.

Me mire al espejo y tenia la intención de ver algo. Con el paso del tiempo, comencé a sentirme vacía.., como si fuera la nada misma, solo alguien que intenta sobrevivir el día a día.

Los ojos me pican con las ganas de llorar, pero parpadeo eliminando las lágrimas traicioneras y me obligo a sonreír. Aunque yo se que no había ningún tipo de felicidad detrás de aquella sonrisa.

Llevaba un vestido amarillo pastel, con pequeñas flores rosas en el, era entallado hasta la cintura y luego largo hasta los tobillos. El detalle que más me gusta, era la apertura que tenia a un lado, dejando ver parte de mi pierna izquierda.

Vestidos como estos son los que me hacian sentir bonita, aunque solo fuera por un rato. Reflejan una parte de la personalidad, de la persona que alguna vez fui en el pasado.

No llevaba maquillaje, ya que no le gusta. Igualmente lo único que tenia era una base, con el tono de mi piel, para cuando tenía que tapar los golpes.

Charli había salido, no se donde. Pero se había ido temprano por la mañana, así que no sería un problema. Mientras que a mamá no le importa mucho lo que hacía o donde fuera, por eso es que no me moleste en avisarle a donde iría, solo le avisaría que estaría afuera.

Tome mi celular y salí. Baje a la cocina, para avisarle a mi madre que saldría, al entrar la vi de espaldas, mirando por la ventana que daba al jardín trasero.

—Estaré una horas fuera—su espalda se enderezó, por el susto.

Giró para verme y me escaneo por completo, haciendo que me sienta incómoda.

Oscuro secreto © [sin editar]Where stories live. Discover now