Capituló 2

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Estaba un poco alerta por lo de ayer pero creo que solo estoy siendo paranoica pero esa presencia había dejado un rastro y iba a descubrir de que se trataba.

El día anterior no había hecho mucho que digamos pero hoy estaba decidida en ir más allá de estas paredes y explorar un poco el mundo humano quería pasearme entre ellos, aprovecharé cada segundo estando aquí y no dejaré que nada me distraiga o me quite la paz. En Aterica siempre era invierno pero aquí se sentía la calidez de un perfecto otoño, las hojas era lo más llamativo de esta estación.

Me encontraba en un pueblo un tanto peculiar, sus casas eran lo más llamativo, el olor del pan recién horneado o las galletas y ni hablar de su gente, todos parecían alegres.
Había un grupo que reían y jugaban entre ellos pero algo llamó mi atención, era un chico no podía ver bien su rostro ya que se encontraba cabizbajo pero su presencia era imponente.
recordé que no me pueden ver así que me acerque un poco, me quede mirando su perfil que era casi angelical, sin darme cuenta me había acercado más pero seguía estando a una distancia prudente, como si hubiera sentido mi mirada o mi presencia, me miró directo a los ojos.

Tenía una mirada especial que me erizó la piel y sentí que lo conocía, su presencia o tal vez su olor no eran desconocidos para mi, de pronto recordé la sombra y esa presencia que sentí el día de ayer. ¿Podría ser el?

Sus ojos eran de un color morado intenso casi hipnotizante.

Me acerque hasta estar entre ellos, hablaban de una fogata que harían entre amigos, me apoye en el muro donde estaba el chico de ojos peculiares, seguía con la cabeza agachada y de pronto soltó una pregunta.

— ¿Que haces aquí? — pensé a ¿quien le hablara este chico? hasta que levanto la mirada para clavarla en mi y esta vez con el ceño fruncido. Y carajo no creo que me esté hablando a mi, se supone que no puede verme. Volteo a mirar a los lados pero no parecía que le hablaba a alguien más. Mi instinto solo fue salir corriendo hasta llegar a la cascada, me sente en el pasto y sentí como las hojas de aquel otoño crujían, volví a sentirme en paz.

Era mi lugar seguro.

Estaba realmente confundida, ¿como me había visto? Se supone que nadie podía verme y que el lo haga solo me hace pensar una cosa, podrá ser un demonio entre los humanos y si fuera así porque no lo sentí como una amenaza.

— ¿Escapabas de mi? — no quería voltear, escojo creer que le hablaba a otra persona pero a ¿quien engañas Hadley?

El té podía ver.

— te hice una pregunta — dijo en un tono autoritario. Volteo de manera lenta para encontrarme con su mirada y por todos los Angeles.

Era simplemente perfecto. Bueno todos éramos seres perfectos y únicos, no es que el tenga algo de especial, solo es un simple mortal.

— ¿me hablas a mi? — me miraba como si fuera insignificante.

— ¿a quien más niña? — Me parecía grosero que me hablara de esa manera.

— ¿Estas siendo grosero, no crées?

— ¿Crées que me importa?

— Es de mala educación responder una pregunta con otra pregunta.

— Mira pequeña demente — suspiro y me miro a los ojos — no te vuelvas acercar a mi como si me conocieras.

— Lo siento, pero aún así no tienes que ser grosero—dije con una pizca de enfado.

— Nunca te había visto por aquí — dijo curioso — ¿ères del norte? — pregunto — eso explicaría porque eres así.

— ¿así como? — ya no lo soportaba, pero recuerde que soy un ser de luz.

Mi dulce tormento +18Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang