Química

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Advertencias:

⚠️ Alerta de Spoiler si no te has leído el manga.

Química - Anahí

Qué sensación tan extraña, ¡nunca había sentido nada parecido! Al menos, no con tanta intensidad.

Cada vez que le miraba, no podía evitar comparar sus rasgos físicos con algún paisaje en el que querría explorar para encontrar los tesoros más escondidos y guardarlos en una colección única que nunca mostraría a nadie.

El rojo de sus ojos parecía el resplandor de un hermoso cielo al atardecer, que invitaba a correr y perderse en un campo de flores carmesí, para nunca ser encontrado. Tan cálidos como el fuego crepitante de una chimenea en plena estación invernal, ofreciéndole acurrucarse frente a él para desvanecer cualquier rastro de frío que amenazara con congelar cada célula de su ser.

El color blanco de su cabello era como una luz brillante que le sacaba de la insondable oscuridad, mostrándole el mundo tal y como debía ser percibido y no a través de horribles sombras y siluetas indescifrables que no daban una imagen clara, distorsionando la realidad.

El verde degradado que adornaba las puntas de su cabello parecía la hierba de un oasis que encontró después de vagar tanto tiempo por el desierto. Un lugar rodeado de vida que le daba seguridad, donde podía disfrutar de la calma después de sufrir la tormenta.

Su nombre pronunciado por aquella voz, apenas un murmullo que saliera llamándole, era suficiente para que su cuerpo reaccionara con temblores en las manos, aceleración de los latidos del corazón, sudor cayendo de su frente y una ligera afonía que apagaba brevemente su nerviosa voz.

Tanto si sus ojos le miraban, como si sus labios le sonreían o sus manos le rozaban; todo le llevaba a sentir las mismas emociones en su cuerpo. Los mismos síntomas que, aunque extraños, le recordaban que aún estaba vivo, que aún tenía la oportunidad de mirar el mundo con sus propios ojos, no en soledad, sino junto a él, disfrutando de su compañía.

Senku le había enseñado mucho de lo que sabía, había reforzado los conocimientos que ya poseía después de tanto explorar y experimentar. Le resultaba imposible definirse sin mencionar a Senku. Era su mentor, su amigo, su compañero, su modelo a seguir. Sabía que tal vez no podría ser tan inteligente como él, pero quería seguir sus pasos, pisar las huellas que Senku dejaba al caminar, sentir la mirada de orgullo en él, esa que el albino negaba, pero que no podía ocultar. Le gustaba estar a su lado, oírle hablar de su mundo, de toda esa ciencia que se esforzaba por reconstruir, prometiéndole en más de una ocasión que no solo la imaginaría a través de las historias que le contaba, sino que la admiraría por sí mismo cuando recuperaran la civilización. Le invitaba constantemente a reconstruir todo a su lado, a mirar el mundo junto a él. Y Chrome aceptó, porque quería verlo junto a él.

¡Qué sensaciones tan extrañas!

Viéndolo sonreír mientras estaban juntos, se sentía dichoso de ser el motivo de esa sonrisa, de disfrutarla solo para él y no compartirla con nadie más. Viéndolo sonreír con otra persona, su pecho se contraía, su respiración se entrecortaba, sus puños se cerraban con fuerza y el centro de sus cejas se fruncía tanto como la elasticidad de su piel lo permitía. Y él sabía que eso no era normal.

Le molestaba verle sonreír con otra persona, igual que en ese momento sonreía junto a Gen. Era normal que esos dos estuvieran juntos en todas partes, como si fueran la segunda sombra del otro. No era la primera vez; les había visto hablar con esa simpatía miles de veces. Al fin y al cabo, eran de la misma época y, posiblemente, eran los que mejor se entendían. Pero verlos de lejos le molestaba.

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⏰ Last updated: Dec 24, 2022 ⏰

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Tras los versos de una canción (One-Shots) [Dr. Stone - Senku x Chrome]Where stories live. Discover now