55- Decepción.

784 107 13
                                    

Hinata.

—¿Es enserio? ¿Enserio le creíste cuando ella te dijo eso? —estoy molesta, confundida, enojada, triste. Siento tantas cosas pero la tristeza es lo que más me embarga.—

—No le creí, yo te ví con otro.

—Ajá y ¿qué se supone que hice? Porque lo que yo recuerdo que pasó cuando tenía quince años fue que tú me dejaras diciéndome que ya no me querías.

—Empezaste a actuar extraña conmigo, nerviosa. Estabas ausente cuando estabas conmigo, perdida. Ya no me veías como antes. Ya no me hablabas como antes. Y todo eso era porque tú tenías a otro porque ya no me querías a mi. Por eso terminé contigo.

No puede ser.

Él pensó que yo lo había engañado cuando... Paso lo que pasó.

Antes de que él terminará conmigo yo... Perdí mi embarazo.

Por ello es que actuaba extraña.

Por ello no quería verlo.

Por ello lo evitaba.

Me sentía culpable por no protegerme lo suficiente para evitar que eso pasara.

Pero no por ello quería alejarme de él.

Yo todavía lo amaba.

—¿Sabes por qué me comportaba extraña?

—Querias terminar conmigo, no hay que ser muy inteligente para saber eso.

—Estas muy equivocado. Cuando empecé a cambiar fue por...

Tengo que decirlo.

No puedo seguir yo sola con esto.

Tengo que desahogarme.

Aunque sea por una vez.

—Por... Por qué yo...

—Hinata esto no tiene importancia esto es algo que pasó y ya no tiene reversiba...

—Estuve embarazada.

Los minutos pasan y el aire se siente pesado, incómodo.

Su boca se abre más no logra decir nada. Ya que lo único que sale de su boca son balbuceos.

—¿Embarazada...?

—Sí.

Pensé que con solo decir eso él entendería pero al parecer me había equivocado. Otra vez.

—¿Estuviste embarazada a los quince años...? —su confución es lógica ya que ni siquiera yo lo sabía.— ¿Quién era el padre? ¿Era ese chico cierto?

¿Qué? ¿Pero de qué me habla?

—¿Qué es lo que te pasa?

¿De qué me perdí? ¿Quién es ese dichoso chico?

¿Qué chico?

—Hinata estás empezando a molestarme, no te hagas la que no sabes, santa no eres, así que por favor, dejemos esto hasta aquí.

—Pues no, no quiero dejarlo aquí. Me estás acusando de algo que yo no he cometido así que me explicas que es lo que estás diciendo o de aquí no sales.

—¿Te suena el día de los exámenes finales?

Sí, claro que recuerdo ese día. Eso fue unas semanas después de que yo me ausentará por... Por eso.

"Ojo por ojo y Diente por diente" (Sasuhina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora