Three

846 97 4
                                    

Rosé

Cerré la puerta del baño con un suave click y le pasé el seguro. Colapsé contra el lavabo y corrí mis manos temblorosas sobre mi cara. Era cada vez más y más difícil ser la chaperona de Lisa a estas reuniones familiares. Ya sentía que me estaba saliendo una úlcera y si tuviese que conseguirla nuevamente con otra de sus desagradables mujeres de bar cabezas huecas no estoy segura de que pudiera salir de su departamento sin cometer homicidio. 

Era cada vez más difícil pasar tiempo junto a Lisa y no sólo por la casi inexistente relación que mantenía con sus padres. Mi problema venía por el hecho que Lisa era complicada, imprudente, muchas veces malhumorada y un insufrible dolor en el trasero pero cuando quería también podía ser encantadora, graciosa, artísticamente brillante y la mayoría de las veces la persona más interesante en la habitación. Y había estado locamente enamorada de ambos lados de ella desde que tenía trece años. Claro que había querido a Jungkook, como un hermano, como un mejor amigo y como el consumado protector que siempre había sido. Pero quise a Lisa como si fuera mi misión de vida, como si ella fuese inevitable y no importaba cuántas veces se me enseñara cuan horrible era esa idea, que mala pareja hacíamos, cuan imbécil insensible podía ser, no podía librarme de ello y siempre tenía el hecho que ella ni siquiera pensaba en mí más que como el chofer de un carro golpeándome en la cara y rasgando un poco más mi ya maltrecho corazón. 

Solté una exhalación, saqué una goma de cabello para amarrarlo en una cola baja y me puse brillo de labios. Justo cuando iba saliendo al pasillo, mi celular comenzó a sonar y tuve que luchar contra un gruñido cuando vi que Woo Bim me estaba llamando de nuevo. Mandé la llamada al buzón de voz y me pregunté por centésima vez en el último mes por qué había gastado siquiera un segundo en su trasero pomposo. Era demasiado estirado, demasiado temperamental, demasiado superficial y demasiado interesado en mi apellido más que en mí. Ni siquiera estaba interesada en salir con él, no estaba interesada en salir con nadie pero mis padres me habían forzado y como siempre bajo su presión, me doblegué y terminé aceptando aquella relación. Intenté tolerarlo lo más que pude, pero fue cuando comenzó a presionarme por sexo que noté que no podía seguir con él. 

Estaba metiendo mi teléfono de vuelta a mi bolsillo cuando una familiar voz me detuvo 

-¿Qué está pasando contigo pequeña? ¿Me he ido por 18 meses y todo lo que obtengo es un abrazo y un beso en la mejilla antes de que desaparezcas?-

Ahogué una risita y dejé que mi frente cayera en el fuerte pecho frente a mí. Incluso maltratado y golpeado, BamBam era la clase de hombre que se interponía entre la gente que amaba y todo lo que podría hacerles daño. Acarició la parte superior de mi cabeza y puso una pesada mano en la parte de atrás de mi cuello 

-Extrañé esa hermosa cara, Rosie. No sabes lo bueno que es estar en casa-

-Te extrañé también, BamBam. Es sólo que estoy estresada. La universidad es una locura, estoy trabajando cuatro noches a la semana y mis padres no me dejan en paz por este chico con el que acabo de romper. Sabes que amo cuando estamos todos juntos. Pensé que a tu mamá iba a darle un ataque al corazón cuando llamó para decirme lo que te pasó. Estoy tan feliz de que estés aquí, no creo que esta familia sería capaz de manejar que otro Manobal se vaya abajo-

-No probablemente no. No puedo creer que todavía te tenga de chofer la idiota de mi hermana-enganché mi brazo con el de él y comenzamos a emprender nuestro camino hacia el comedor

-Es la única manera de que ella venga. Si tengo que faltar por la escuela o porque algo se presenta, ella simplemente los rechaza-

BamBam maldijo por lo bajo.

MARKED (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora