Mine (BrightWin)

Chapter 4

Win no tenía idea sobre lo que Nani y Bright habían discutido mientras traían la comida, pero su compañero de clase le estaba dando una mirada precavida a cada instante, como si le preocupara que Win fuese a saltar sobre la mesa para atacarlo.

—¿Hay algún problema? —Preguntó Win antes de llevar otro pedazo de carne a su boca. Él tenía una extraña necesidad por comer carne roja desde que se despertó. Como era usualmente cien por cien vegetariano, era extremadamente raro, pero qué no había sido raro últimamente. El hecho de que Bright supiera que necesitaba carne y le hubiera traído una bandeja con un plato gigante, lleno de ella, era algo que quizá necesitara investigar con más profundidad, pero lo haría después cuando dejara de ingerir carne con tanta voracidad y tan rápido como podía.

—Um, ¿no? —la respuesta parecía más una pregunta que la declaración de un hecho.

—¿Qué le dijiste? —Preguntó al Thresl.

Bright se encogió de hombros.

—Le expliqué de dónde viene la forma que obtenemos los Thresl.

Él se percató que obtener una respuesta directa sería como tratar de sacarle uno de los dientes al Thresl, difícil y potencialmente doloroso.
Comiendo otro poco de carne, le dio a Nani una mirada curiosa, pidiéndole silenciosamente al hombre para que continuara.

—Ellos son tu verdadero yo.

Win se atragantó. Él fue salvado de quedarse sin aire por un fuerte golpe a su espalda que le dio el Thresl, el cual casi le parte la espalda.

—¿Tú eres mi verdadero yo?

El Thresl sonrió, mostrando todos sus dientes.

—¡Sorpresa!

Win miró al gran hombre de arriba abajo.

—Debo tener un verdadero asunto con lo de ser un guerrero bien en el fondo.

—Si, lo tienes.

Él se quedó atónito por la seria expresión en los ojos de Bright. Un fuerte sonido lo sacó de su ensimismamiento.

Un ondulante humo negro llenó la cafetería mientras las bombas de humo explotaban en la puerta. Win se tensó deseando no haber dejado su arma en su cuarto, pero no había estado esperando un ataque sincronizado justo en ese momento. Él pudo ver los ojos de Bright brillar con una tenue luz. Una gran mano lo agarró por la muñeca y lo llevó más adentro de la habitación, lejos del humo invasor.

—Vinieron por nosotros —dijo el Thresl.

—Quien quiera que sea no puede tenerte.

Había muchas cosas de las que Win no estaba seguro sobre su relación, pero de lo que sí estaba seguro era que él no iba a permitir que unos bastardos secuestradores de Thresl se llevaran a Bright. Win aguantó su respiración contra el humo mientras el cuarto se tornaba completamente oscuro por las bombas.

Cegadoras luces cortaron la oscuridad mientras al menos una docena de hombres vestidos con máscaras y trayendo pistolas con miras infrarrojas entraban en la habitación.

Bright se lanzó al piso, llevando a Win consigo.

—Sea lo que sea que pase, no dejes que te lleven. Yo siempre regresaré a ti. Recuerda eso.

—¿Qué? —Win jadeó. Él trataba de entender qué estaba pasando, mientras un fuerte rugido llenó la habitación, y el aire cerca de él fue desplazado por la salida de Bright, cuando el Thresl corrió hacia la oscuridad.

Tosiendo por el humo, Win trató de mantenerse lo más quieto posible mientras los gritos resonaban cerca de él. Se preguntó dónde estaba Nani y si ellos habían capturado al Thresl de Nani. Él aún no entendía lo que hacían los soldados en aquel lugar, pero tenía el mal presentimiento que Bright compartía que estaban aquí por los Thresls. Si ellos podían hacerse con los valiosos gatos, podían hacer una fortuna en el mercado negro con los que no se hubieran emparejado aún. Él se preguntaba cómo habían logrado pasar la seguridad. Alguien tendría que tener un proceso penal por permitir a los invasores entrar.