░۟◌༵🧁- ', [ capítulo 1. ] ꒱

587 63 2
                                    

¿Se arrepentía de haber accedido a salir? Sí, efectivamente. Pero tampoco quería dejar solo a su amigo, entre omegas había que apoyarse; Darryl llegó a su casa a cambiarse por un outfit poquito más atrevido, algo adecuado para salir a un bar, Quackity había sido muy explícito en que no lo quería vestido como puritano. Hoy había sido un día relajado, al final de su turno en la librería, había llegado un mensaje de la escuela en el que le informaban la cancelación de las clases por ese día.

Unos jeans rotos por las rodillas, junto con una camisa negra de manga larga, pero con una especie de escote que tenía una x. Esa se la había comprado Alex en una especie de broma, pero le daría el gusto el día de hoy. Metió algo de dinero en su cartera, sus identificaciones, se colocó sus lentes y empezó a arreglar su casa en lo que venía Alex por él.

El sonido del timbre rompió con el ambiente de calma y casi se enoja, hasta que recordó a quién estaba esperando.

-Quackity -saludó con calma, viendo al más bajo con una suave sonrisa.

-Bad, mi amigo -el híbrido lo abrazó. Alex vestía su típico beanie, solo que este era negro, combinando con su cabello; usaba una camisa rojo oscuro, arremangada hasta el antebrazo, junto con unos pantalones color crema y una cadenita de cruz en el cuello, así mismo, también portaba las mismas gafas oscuras de la mañana. También llevaba una pequeña bolsa en la que guardaba enseres que siempre eran útiles para todo omega.

-Te ves muy guapo -lo halagó Bad, sonrojando al otro.

-Bad, no digas esa cosas que me chiveo -dijo, con un tono de voz un poco más agudo. -¿Nos vamos? -propuso, cambiando de tema.

Bad estuvo de acuerdo y ambos salieron del departamento de éste. En ese momento, Quackity se detuvo a olfatear.

-¿Qué pasa, Alex?

-Tú no hueles a nada...

-Lo sé... ¿y eso qué tiene de importante? -igual, un bar siempre olía a bebidas alcohólicas, drogas y feromonas de alfas que iban a buscar omegas con los que pasar una noche. Como omega recesivo, su olor no era fuerte y hace un tiempo que había olvidado su propio olor.

-Es una buena oportunidad para encontrarte pareja, mi amigo -del bolso, sacó un pequeño frasco. Ni bien abrirlo, Bad supo lo que era: un frasco de feromonas súper concentradas.

Pero Bad no era tonto. Sabía que Quackity buscaba ocultar su olor, por si un alfa se le acercaba de más, que su aroma natural no se impregnara, porque si Jschlatt se enteraba...

-No necesito una pareja, Quackity...

Pero el otro híbrido echó aquellas palabras en saco roto, roció a Bad con el aroma de rosas, un aroma que seguro atraería alfas a montón. Bad, resignado, se consoló con el triste pensamiento de que ningún alfa se atrevería a llevarlo a la cama tras descubrir que era un recesivo.

-¿Cuándo fue la última vez que tuviste un celo? -preguntó Quackity, cuando ambos subieron al automóvil de éste.

-No estoy seguro... ¿hace cuatro meses? -dudó.

-Y eso no es sano.

-Ya, ya, ¿desde cuándo eres experto en medicina? -se burló. El trayecto fue en un cómodo silencio, Bad alegrándose de que Quackity no se aislara por la violencia ejercida por su pareja. Tal vez Quackity sí se daba cuenta de esos malos tratos, pensó.

-Bien, hemos llegado. Adelantate, ¿sí? Voy a estacionar a este bebé -dijo, refiriéndose a su carro. Bad asintió y tan pronto como Quackity desapareció en su carro, Bad tragó saliva sintiéndose nervioso. Y dándose pequeños ánimos, entró.

𝗪𝗘𝗜𝗥𝗗𝗢, skephaloDove le storie prendono vita. Scoprilo ora