[MaxNat] El Guardaespaldas Que Me Enamoró

Extra

Este un corto extra del punto de vista de Max cuando comenzó a trabajar con Nat.

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Max le hizo una señal al bartender para que llenara su vaso de nuevo. Se encontraba en su bar favorito, un lugar pequeño y discreto, por lo mismo se sentía cómodo venir aquí. Estaba bebiendo solo y tratando de ahogar sus penas.

Max Kornthas consideraba que llevaba una vida suficientemente buena, no era una vida llena de lujos pero si ganaba bien y se daba sus gustos. Su trabajo de guardaespaldas ocupaba mucho de su tiempo y significaba poner su vida en peligro, mas le pagaban con sobra las molestias y el Sr Uarek rara vez corría peligro, así que no era tan riesgoso.

Por eso lamentaba profundamente lo que había pasado hace unas horas antes, cuando su jefe le informó:

—Serás el guardaespaldas de Natasit de ahora en adelante.

"Mieeeerda."

Pensó Max.

"Estoy jodido."

Todos sabían que ser asignado al pequeño diablillo significa ser despedido en máximo tres semanas.

Natasit odiaba a muerte a los hombres de su padre y cuidarlo era un calvario. Debias tener el doble de atención, porque a parte de vigilar el perímetro, tenías que asegurarte que el mocoso no se te escapara cada vez que veía la mínima oportunidad.

"Ya no eres un mocoso de 5 años! Maldición!"

Pensó Max, recordando la vez que desapareció sin dejar rastro. Dos de sus colegas fueron despedidos después de eso.

¿Por qué su jefe no simplemente lo despedía? Les ahorraría el tiempo y la molestia a ambos.

—Necesito que te acepte como su guardaespaldas personal, tienes que ganarte su confianza.

Max bebió otro trago de whisky derrotado.

No tenía más opción que intentarlo.

***

No sabía cómo lo logró la señora de la casa, pero su hijo aceptó darle una oportunidad por una semana.

Max trató de ser lo más simpático y buena onda que pudo, como diciendo por favor ten piedad y no hagas que me despidan. El mocoso parecía encontrarlo atractivo, según las miradas furtivas que le daba cuando creía que no se daba cuenta. Así que se aferró a eso también, cambiando el traje negro por ropa cool que lo hiciera ver guapo. Y la actitud seria y profesional la cambió por un aire relajado y encantador.

Estaba dispuesto a coquetear con su jefe con tal de conservar su trabajo. No se sentía orgulloso de eso, pero este mocoso no iba a conseguir arruinarle la vida.

***

La semana pasó y Max se dio cuenta que Natasit llevaba una vida más solitaria de lo que pensaba. El chico era muy independiente y sus arrebatos creativos a veces lo tenían aislado del mundo por días. Además la gente que lo rodeaba sólo parecía querer cosas de él.

Eso lo hizo sentir un poco mal por explotar su debilidad por sus encantos. Max no era muy diferente a esas personas.

Además en este tiempo Max había visto un lado muy lindo de él, es decir, este mocoso era el chico más adorable del universo. En serio tenía 20 años? Con esas caras tiernas que hacía, podía derretir hasta el corazón más helado.

Ahora Max entendía por que sus fans lo adoraban con su alma.

Max solía encontrarse llevando su día a día normalmente hasta que de pronto recordaba algo que Nong Nat había dicho o hecho y tenía que parar un momento para colapsar, porque su corazón no podía lidiar con él.

Este mocoso era peligroso para él.

No quería desarrollar sentimientos románticos.

Pero una vez más Max se sintió jodido porque Nat lo aceptó como su guardaespaldas personal y desde ahora en adelante vivirían las 24 horas del día, cinco días a la semana, juntos.

La estrategia de Max cambió inevitablemente. Ahora protegía al más joven sin explotar ninguna debilidad y sólo hacía lo que le nacía de adentro.

Aunque con el pasar del tiempo, lo que le nacía de adentro se hacía más y más peligroso y ciertamente inapropiado.

Max se resignó a su destino. El Sr. Uarek lo había condenado desde que le dijo esa frase aquella vez.

Le tenía ganas a su pequeño jefe y tendría que encontrar la forma de lidiar con ello.

Fin.

No es mucho pero me dio risa imaginar a Max todo dramático porque lo asignaron cuidar a Nat, sin saber como su historia iba a terminar.