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Min Gyeong-Hui ha realizado que la hambruna sexual de su Omega, no quedaría satisfecha con la noche anterior.

Apenas el Omega abrió los ojos, lo primero que hizo fue despertarla pidiendo entre bajos jadeos que lo tomara.

Y ella, como había decidido ignorarlo para seguir durmiendo, el Omega había tomado por sí mismo la disposición de autocomplacerse.

Encima de ella, y viendo la forma en que dormía, Kang había llevado dos de sus dedos a su parte trasera, adentrándolos sin más, moviéndolos mientras trataba de no cerrar los ojos.

Al instante en que el calor se apoderó de él por completo, supo que dos dedos no serían suficiente.

Él empezaba a frustrarse por el hecho de que no podía complacerse a sí mismo, y que su Alfa no hacía nada para ayudarlo.

Un ojo había abierto Min cuando dejó de escuchar los bajos jadeos que soltaba su Omega, también como la pelvis de este había cesado de presionarse en su abdomen.

¿Frustrado?Habló ella sin esforzarse a abrir los ojos por completo —¿No puedes solo?

¿¡Estabas despierta!?Se sentó en la pelvis de la otra —¿Me estabas escuchando?

Ella asintió sin más, lo que hizo que abriera los ojos, fue la forma en que sus senos habían sido apretados.

No sirven.Susurró con una sonrisa —¿Para qué los manoseas tanto?

Son bonitos.Se encogió de hombros él —Me gusta tocarlos.

El imprevisto movimiento que hizo la peligris al invadir con dos de sus largos dedos el interior del Omega, le había quitado cualquier palabra que diría él.

Se había ella enderezado, moviendo sus dos dedos dentro de él, viéndolo cerrar los ojos y montar con desespero aquellos dos intrusos.

Min había descendido su cabeza, hasta atrapar con sus labios un pezón del chico, mordisquearlo suavemente para luego succionarlo.

Y así había pasado los minutos, con un pelinegro montando unos simples dedos, con sus tetillas siendo succionadas y mordidas por la traviesa boca de Min. Así continuaron hasta que el joven pelinegro se corrió.

En ese instante, una Alfa se levanta de la cama, quitándose el resto de cosas que no logró despojarse la noche anterior, se pone algo diferente y sale de la recámara.

Se encamina ella hacia la cocina, en donde hace un rápido desayuno y pica algunas frutas. No olvidándose de la taza de leche para su Omega.

Min se adentra con la charola en mano a la recámara de nuevo, en donde un pelinegro se deja ver, sentado en la cama y con ojos cristalizados.

—¿Que sucede?— Camina con rapidez

—Pensé que te habías ido...— Absorbe por la nariz —Y me habías dejado aquí, solo.— La mira

Una carcajada se le escapa a la mayor por la situación, niega con su cabeza, acercándose al joven para dejarle una caricia en la mejilla.

—Ven, debes comer un poco.— Lo contempla hacer una mueca —Y no me digas que no.— Presiente que se negará

—No tengo hambre.— Aprieta los labios

—Ven.— Hace un ademán de cabeza —Nene, ven.— Repite Min

[ Ella Es Mi Alfa ] [EDITANDO]Where stories live. Discover now