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Johnny después de guardar su motocicleta abrió con delicadeza la puerta de la florería, entrando tranquilamente y poniéndose de su lugar de siempre, se sentó en la silla cruzando sus dedos poniéndolos sobre el mostrador.

<Si, lo creo>

<Se lo merece por traer a la perfección al mundo>

<Lo haré bonito>

Johnny golpeo su cabeza contra el mostrador, un sonido hueco como si hubieran golpeado un martillo contra el mostrador, se estaba volviendo loco deberían ponerle una camisa de fuerza y meterlo a un manicomio ¿cómo es que le pudo decir eso a Daniel? ni siquiera lo pensó solo salió de el cómo vomito verbal, su único consuelo es que no dijo ninguna mentira realmente es perfecto y hermoso, tan lindo.
Esos ojos marrones que brillantes, la forma en que acomodaba su cabello, sus gestos y dios su sonrisa, mierda era la debilidad de Johnny, además de ser inteligente, divertido y amable ese chico lo tenía todo y le gustaba eso. Pero estaba confundido estaba seguro de que le gustaban las chicas, osea si encontraba a veces atractivo a algún que otro chico pero nada como esto, solo les parecían lindo, eso era normal...¿verdad?

-¿Se encuentra bien joven Johnny?

Johnny reconocía esa voz, era la de su jefe ya había vuelto de su viaje, rápidamente volvió a ponerse recto resaltando la marca roja que le le quedó en el centro de la frente por el golpe.

- Buenos días señor Miyagi ¿cómo estuvo su viaje?

-Increible, pero extrañaba este lugar- respondió cruzando sus brazos atrás de de su espalda mientras miraba todo el local acercándose lentamente al rubio que tocaba su frente con un gesto de dolor- ¿Tu estas bien? ese golpe parece algo serio.

-Oh no se preocupe señor Miyagi solo estaba...pensando.

-¿Pensando? Johnny-san usamos la cabeza para pensar no hace falta un golpe para ello- esto provocó una risa en Johnny mientras tocaba su frente.

-Tiene razón.

-Pero, debe ser algo que en verdad le preocupe para que se golpeara.

-La verdad, es que si, estoy confundido.

El señor Miyagi daba muy buenos consejos, tal vez seria un buen momento para preguntarle claro que no se lo diría directamente.

-¿Confundido?

-Si, ¿cree que pueda ayudarme?

-En lo que sea Johnny-san.

-Bien, que pasa si esta...esta- Johnny trataba de explicarse moviendo sus manos a lo que el señor Miyagi repitió el movimiento volviendo a hacer reír reír al rubio, esto lo hacía entrar en confianza y relajarse más, el señor Miyagi lo sabía y por eso lo hacia- Esta persona.

-Esta bien.

Johnny dejo de mover sus manos poniéndolas sobre el mostrador mirándolas fijamente, a pesar de que es su jefe, aunque no le gustaba decirle de esa forma, prefería recordarlo y hablarle como el hombre que lo salvo, y por ello le tenía un gran aprecio y confianza esto no era fácil de decir o describir.

Flores Con Café Donde viven las historias. Descúbrelo ahora