Capitulo 03. Los encuentros del destino.

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— "No resultó. Sigue con vida, ninguna de las balas perforó órganos o hizo algún daño grave. —comentaba el hermano menor de los Blinov— no sé ya cuánto tiempo llevamos lidiando con este tipo."

— "¿Y qué? ¿Te cansaste tan rápido?" —preguntó su hermano mayor—recuerda que es mucho mejor si luchamos por que nuestra familia tome el control y que de una vez caigan los Ivankov."

— "Tampoco es que no ha resultado tan sencillo. Hemos perdido hombres, y ellos han vuelto a recuperar parte del territorio. Además el tirador parecía ser un inexperto."—comentó.

— "Su cargamento sigue sin entrada al país. Eso provoca pérdidas, nosotros estamos mucho mejor de lo esperado, así que cálmate." —comentó el otro.

Durante años habían esperado la oportunidad de destronar a la familia Ivankov sin embargo la oportunidad no había llegado del todo, ahora que la tenían no había tiempo de echar hacia atrás. Estaban seguro que eliminarlos era la mejor opción.

Eran ladrones, estafadores con experiencia y no iban a dejar que un niño bonito gobernara por encima de ellos. Arthur el hermano mayor se levantó de la mesa luego de haberse despedido, se colocó unos lentes de sol y se dirigió directamente a su auto.

— "¿A dónde vamos?" —preguntó su chofer.

— "Vamos de compra." —respondió.

Mientras su chofer se encargaba de llevarlo a donde había pedido el simplemente se recostaba del vidrio. Pensando que a pesar de todo lo que estaba sucediendo entre ambas familias, nunca había visto a Sergio personalmente. Había visto fotos, escuchado de él pero nunca lo había tenido de frente.

Le resultaba curioso que se estaba peleando con un total desconocido solo por intereses familiares. De todas formas, así giraba el mundo. Cuando llegó a la tienda se desmontó para ingresar a su interior.

Algunos hombres le acompañaban a su viaje de compras, no era como que podía descuidarse del idiota que también podía atacarle. Mientras caminaba alguien chocó con él y sintió que algo se había derramado en su camisa.

Bajo su vista para encontrarse con un tipo de rostro fino y tez clara, quien lo miraba sorprendido. Llevaba dos vasos en sus manos.

— "Lo siento. Lo siento. No sabe cuanto lo siento....—le decía apenado —me distraje solo unos segundos..."

— "Eres un idiota. Debes de tener tu mirada al frente cuando caminas." —le respondió mirándole fijamente, el hombre arrugó su rostro mostrando lo ofendido que estaba.

— "No tiene porque llamarme idiota, es usted un mal educado. Dígame, ¿Cuanto vale su puta camisa? Voy a pagarla en este instante." —le dijo.

— "No me interesa."

— "¿ha? Pregunté precio ¿O ahora no entiende lo que le estoy diciendo?" —dijo furioso.

— "No. Tu acento es muy desagradable." —el chico lo miró algo sorprendido, cuanto se divertía con las expresiones que ponía. El chico termino de derramar la bebida en sus zapatos.

¿Sabía acaso a quien le estaba haciendo eso? De seguro no lo sabía.

— "Hijo de puta." —le ofendió y continuó su camino, los hombres que le acompañaban preguntaban con la mirada si enserio iba a dejarlo ir de esa forma, sin embargo el simplemente se giró sobre su hombro para ver a ese extraño alejarse.

Era muy sexy y atractivo. 

— "¡Me llaman Arthur, lindura!" —le gritó, pero el solo le mostró su dedo del medio sin mirar la cara lo que lo hizo sonreír.

Junto a ti. Where stories live. Discover now