De un día para otro me encontraba en una de mis novelas favoritos , mi nacimiento cambió mucho la historia , y lo más raro y complicado es que ....
Tengo un sistema de juego , imagina poner en riesgo tu vida , si complicado , viajes interdimensional...
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En mi anterior vida, siempre me preguntaba lo mismo.
¿Cómo sería mi pareja ideal?
Alguien rico y guapo.
Claramente Callisto es todo eso pero esta demente y el se va a quedar con Penélope, sería un poco raro.
_ Callisto: tú...realmente eres una mujer extraña - sonrió levemente - te estaré observando claramente con mis dos ojos, quién es mejor que yo en el Gran Imperio Loka.
Me miró fijamente.
Solo yo me meto en problemas.
El Príncipe Heredero caminó a grandes zancadas hacia a mí.
Por reflejo retrocedí.
Solté un suspiro frustrado por la constante reducción de la distancia del Príncipe.
Me tragué las mil maldiciones que diría y puse una expresión inocente.
_ Alteza, no has olvidado la promesa que me hiciste, ¿verdad?
_ Callisto: ¿Qué promesa?
_ De no matarme.
No hay ninguna promesa o si lo hubo, no lo se, no recuerdo.
_ Callisto: No recuerdo ninguna promesa - frunció el ceño.
_ Bueno, me lo prometió yo lo recuerdo.
_ Callisto: Acaso ¿me veo como un loco que vino a cortarle el cuello a la Princesa por un rumor?
Tras ver que no respondía, El Príncipe endureció fervientemente su rostro.
De repente abrió los brazos y reveló su cintura.
Que quiere que vea.
_ Callisto: No traje mi espada.
Me sorprendí solo un poco.
_ No siempre es posible amenazar a una persona con una espada...
_ Callisto: no lo es pero ayuda en eso.
Un silencio nos inundó.
_ Callisto: Le envié una carta pidiéndole que se reuniera conmigo como buenos amigos para aclarar los rumores - me miró - No es la Princesa que me pidió ser amigos.
_ Si lo dije, Alteza - lo miré tímidamente.
Me di un golpe mental, como pude olvidar eso.
_ Callisto: Toma esto.
Parpadeó, miré hacia abajo.
Extendió su brazo tomando un papel marrón descolorido estaba atado con una cinta roja.
