✧-CAPITULO-DIES-✧

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<(Narrador Omnisciente)>

Ninguna de las dos se disponía a decir algo, el ambiente se tornaba bastante tenso. Dado que ninguna de las dos pretendía dar comienzo a la conversación, una empleada del castillo entró temerosa a la habitación, solo para dejar el té.

—Aquí tiene mi señora.

Después de eso, las dos continuaron con su silencio, de acto de buenos modales y educación. La mujer de gran altura señaló unas sillas el cual también una gran mesa muy bien decorada se hallaba.
Madre Miranda por educación tomo asiento, frente de ella repitió la misma acción Alcina.

Lady Dimitrescu:-quizás sea un atrevimiento tener que hacer esta pregunta...-*toman asiento, donde también se sirve de la tetera*-...¿Que te trae a mis territorios madre Miranda?-

Tan sencillo como eso, una pregunta de tantas que tenía por decir, prefirió ser precavida y solo decir eso.

Madre Miranda:-¿Acaso hago mal en preocuparme por mis adorados hijos?...-*ladeó la cabeza*-...existen muchas amenazas en la tierra, tantas que sin yo darme cuenta están entre nosotros...-*sonríe afable*-...si me crees o no, yo realmente me preocupo por ti...sin mencionar-*suspira*-he estado pensando y...quería saber cómo está el invitado-*sonríe de lado*-...ademas de ponerte al tanto de lo que se está aproximando-

¿Solo eso?, Algo de esta situación le disgustaba a Alcina, llegar de forma repentina, preguntar por algo que no sea relevante y quizás en el peor de los casos iniciar una pelea.

Lady Dimitrescu:-...si se trata del forastero, mis hijas le disponen a él, las mejores atenciones...-*modesta ríe levemente*-...-

Madre Miranda:-*asiente*-...pero que dicha, nuevamente devo de considerar traer más invitados a que se hospeden aquí-*mira a Alcina fijamente*-

Lady Dimitrescu:-agradezco mucho que lo llevo a consideración...-*toma del té*-...ciegamente confío en que usted tomarán la decisión correcta, por otra parte tengo que negarme-

Madre Miranda:-y, cuál sería la razón por la cual negarse...-*frunce levemente los labios*-...-

Lady Dimitrescu:-...*mira sin un punto en específico*-...mis hijas-

Madre Miranda:-...oh claro ahora entiendo-*aligera el ceño fruncido*-...es bastante preocupante que se expongan a tantas cosas desconocías-

Lady Dimitrescu:-*suspira melancolía*-no del todo. Se perfectamente que no pueden en contra de nosotros...-*deja el té de lado*-...desafortunadamente para ellas están restringidas a ciertas cosas, el frió es su peor enemigo-*cruza las piernas*-...mis hijas le causa curiosidad muchas cosas del nuevo mundo, cosa que yo no puedo intervenir en ello-*se encoje de hombros*-su ilusión a que llegue el calor es palpante...me causa mucha ternura como se emocionan-

Punto táctico. La mujer de gran altura sabe perfectamente que Madre Miranda a perdido a su hija. Mencionar y presumir a las suyas es algo que no se tiene que tomar a la ligera.

Lady Dimitrescu sabe a la perfección con lo que se esta metiendo, y no es por nada lo está mencionando.
Ella le tiene un gran respecto a Miranda.

Después de la muerte de un hijo son similares a las de otras pérdidas. Pero suelen durar más y ser más intensas. Puede experimentar las siguientes reacciones de duelo: Trauma intenso, confusión, rechazo y negación, incluso si la muerte de su hijo era esperada.
Por lo que, Alicia no es ninguna tonta como para ver a lo que se está enfrentando, solo lo hace con el propósito de ver la reacción.

✠ 𝕄𝕚 𝔻𝕖𝕓𝕚𝕝𝕚𝕕𝕒𝕕 ✠Where stories live. Discover now