¿Tenias que ser tú?

Deseo y Familia...🦋🇷🇺

Colocaron su ropa para salir al salón, Volkov fué a abrir la puerta deprisa para no hacer esperar más a Gustabo quien se encontraba hablando con los pequeños, se escuchaban risas desde el interior del hogar así que el mayor supuso que lo habían pasado en grande.

Efectivamente el rubio reía junto a H y V, hasta el serio Tiny ruso había cogido bastante cariño a ese simpático hombre, Volkov abrió del todo la puerta viendo como Horacio salía sonriente pero algo avergonzado aún hacia el salón.

-Volkov mira, os hemos traido un regalo,- Tiny H señala efusivamente hacia la mano libre de Gustabo quien llevaba en ella con mucho cuidado dos tarrinas de helado, una del sabor preferido del ruso y otra de chocolate blanco y caramelo para H.

-Vaya, muchas gracias chicos,- el de cresta se acercó y cogió ambas de las manos de su amigo y le entregó una al comisario sin mirarle apenas.

-Gracias Gustabo,- Tiny H puso sus bracitos en jarra aún en la mano del rubio y protestó.

-Hey, las hemos elegido V y yo, él solo ha pagado,- Volkov rió y cogió a sus Tinys dejando antes su recipiente apoyado en la mesa.

-Muchas gracias también a vosotros, nos encanta este detalle, ¿verdad Horacio?,- miró a su pareja y se acercó a él con los Tinys sobre sus manos.

-¿Ummh?,- comía de su helado sin estar pendiente de ellos,- Ah, si...está muy rico, gracias pequeñajos por esto,- dió un fugaz beso en las cabecitas de los Tinys y siguió comiendo aquello.

-Que ansias eres,- el ojiazul golpeó a su amigo en el brazo,- estás acalorado, ¿o qué?,- se rió en alto.

Horacio se quedó petrificado, no podía ser que Gustabo hubiese notado eso, se moriría de verguenza, se miró así mismo buscando detalles en su ropa que pudieran haber hecho que el otro se diera cuenta, no encontrando nada,- no sé de me hablas, es que este sabor me gusta mucho,- intentó disimular con sus mejillas ardiendo.

-Ya bueno...creo que he interrumpido algo, haberme mandado un mensaje y hubiera tardado mas,- Horacio miró serio a su amigo y bufó, aunque estuvieran hablando bajito no era momento para hablar de estas cosas.

-¿Te quedas a cenar Gustabo?,- el ruso dejó a sus Tinys en su cápsula para que descansaran de su paseo y se acercó a los otros dos.

-Que va, me voy que he quedado con estos para ver unas pelis, ya sabes...- salió hacia la puerta y los miró de arriba a abajo, se mordió el interior de sus mejillas intentando no reirse frente a ellos,- si mañana os animais decírmelo y me llevo a los enanos a dar otro paseo, nos vemos,- salió cerrando la puerta, haciendo que la pareja se mirara, cuando vieron la cresta despeinada de Horacio y la cremallera de Volkov bajada más sus rostros rojizos, entendieron a qué se refería Gustabo, ambos llevaron su mano a su rostro riendo.

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-Me marcho ya, esta tarde si quieres esperarme para hacer los ejercicios...puedo ayudarte,- el ruso besó los labios de su novio apretando por unos intensos segundos.

-Te esperaré entonces...- el de cresta miró hacia otro lado con timidez, aún le costaba tener ese nivel de confianza con el comisario, pero poco a poco irían hablando más e intimando más.

El peliplata besó el cabello de los Tinys y se marchó a comisaria.

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-Buenos dias,- saludó al superintendente al entrar a su despacho.

-¿Cómo va todo rusky?, ¿estás hoy como para patrullar?,- Conway rió y se echó hacia atrás en su silla.

-¿Por qué no iba a estar para...?, puto Gustabo, le voy a dar de hostias,- gruñó molesto.