15.

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Ya era la noche de la fiesta, la playa estaba que explotaba de gente y la música se podría escuchar hasta cinco cuadras más lejos

Millie fue la primera en correr a solicitar música mientras que Sadie se dirigía a su perdición: el alcohol

Tomó un poco de ponche en un vaso rojo (típico de fiestas) y le dió un sorbo, lo saboreo y después de tragar se pudo dar cuenta que este no contenía casi nada de alcohol

Era algo predecible por el hecho de que era un lugar público y (por obvias razones) habían niños allí

—Hey, ¿Que tal eso? –Preguntó Millie a su lado, se veía emocionada, tal vez por la canción que había pedido

—Eh, no lo sé –Le extendió el vaso rojo a Millie quien con temor lo tomó y entrecerró los ojos– Pruébalo

Millie abrió los ojos extrañada y emocionada preguntó

—¿Probarlo? –Sadie asintió y tomó otro vaso, sirvió un poco más y puso un poco en el vaso de Millie

—No tiene mucho alcohol, solo no abuses de el –Sadie bromea tomando casi todo el contenido de un sorbo

Millie asiente y toma de el, hace una visible mueca al nuevo sabor que se infiltra entre tanta mezcla

—Esto es asqueroso –Millie reprende viéndola tomar más

—Sin duda es tequila –Saborea la pelirroja– El sabor se va con el tiempo –Ella sonríe y ve una gran bola de personas al fondo, intrigada comienza a caminar a ellos, viendo que ahí se encontraba el verdadero alcohol– No puede ser –Un pequeño bar se instaló en la arena y servía a todos los que parecían o eran mayores de edad, Sadie no esperó un minuto para pedir su favorito– Tequila doble con ron y limón –El chico asintió y le entregó la mezcla, era algo complicada pero deliciosa a los labios de Sadie

—Eso es una mounstrosidad –Millie hace una mueca viéndola tomar la mitad de un tiro

—No es tan malo –Le extiende el vaso– prueba

Millie toma un poco con curiosidad, casi lo escupe al momento de tenerlo en sus labios

—¡Que horror! –Ella jadea por aire después de tragar esa asquerosidad (como ella le denominaba)– casi me mata

Sadie carcajeó al verla en ese estado, le hacía gracia como jamás había tomado alcohol y de la nada parecía más muerta que viva

—Es delicioso, señorita paladar sensible –Millie la miró un rato, de pronto sintió como habían dos de ella, su cara se distorsionaba y al caminar parecía un Zombie 

Decidió no decir nada más, tomó un poco del ponche que se había servido y sorpresivamente no le pareció para nada asqueroso, tal vez ese trago le había quemado el paladar

La noche siguió con tranquilidad para Millie, bailando y cantando como si no hubiera nada raro, pero Sadie (quien si estaba sobria) la veía con una cara asustada, tal vez se había excedido con ese “No es tan malo”

Ella también se sentía mareada, pero al menos podía soportarlo, ahí se dió cuenta de que la ojimarrón no tenía soporte para el alcohol

• Se emborracharía hasta con un mojito •

Su pensamiento la hizo reír

Pero la risa paró en cuanto una música extraña comenzó a sonar de los altavoces

—¡La que pedí! –Exclama Millie con diversión distorsionada y se acerca a Sadie de manera peligrosa

El ritmo era lento, sensual y podría decirse que casi provocativo a los ojos de Sadie

Leucemia [Sillie] [TERMINADA]Where stories live. Discover now